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Musharraf anuncia elecciones parlamentarias para antes del 9 de enero

La presión ejercida por EEUU tiene visos de apaciguar la crisis nacional que rige Pakistán desde hace ocho días, cuando su presidente decretó el estado de excepción para, escudándose en el avance del terrorismo, impedir que el Supremo invalidara su reelección. A la puesta en libertad de la ex primera ministra y el anuncio del fin del decreto en el plazo de un mes, según el fiscal general, este domingo se une el anuncio de elecciones parlamentarias para "antes del 9 de enero". Pervez Musharraf ha avisado no obstante de su deseo de abandonar la jefatura del Ejército y jurar como presidente civil antes de esta fecha.

La presión ejercida por EEUU tiene visos de apaciguar la crisis nacional que rige Pakistán desde hace ocho días, cuando su presidente decretó el estado de excepción para, escudándose en el avance del terrorismo, impedir que el Supremo invalidara su reelección. A la puesta en libertad de la ex primera ministra y el anuncio del fin del decreto en el plazo de un mes, según el fiscal general, este domingo se une el anuncio de elecciones parlamentarias para "antes del 9 de enero". Pervez Musharraf ha avisado no obstante de su deseo de abandonar la jefatura del Ejército y jurar como presidente civil antes de esta fecha.
L D (Agencias) Las asambleas Nacional y provinciales de Pakistán serán disueltas en los próximos días para dar paso a unas elecciones parlamentarias antes del 9 de enero, según ha asegurado el presidente Pervez Musharraf. El líder militar dijo que "pretende mantener a Pakistán en el camino hacia la democracia, y que la Asamblea Nacional será disuelta el 15 de noviembre. Agregó que lo mismo ocurrirá con las cuatro asambleas provinciales el 20 de noviembre". "Esto es historia, damas y caballeros, porque es la primera vez que todas las asambleas habrán completado sus períodos", dijo Musharraf en una conferencia de prensa desde sus oficinas en Rawalpindi.
 
Si bien, a día de hoy, el presidente de Pakistán continúa enmendado a su antojo la legislación vigente. Tras decretar el estado de excepción y arrestar a miles de opositores, así como coartar la libre circulación de información, ha enmendado la legislación del país para que se pueda juzgar a civiles en tribunales militares en casos de terrorismo, según la agencia estatal APP.
 
El general ha impuesto una revisión de la ley militar de 1952 tras la reunión con la cúpula del Ejército en Rawalpindi, ciudad vecina de Islamabad. Mientras, la ex primera Benazir Bhutto se trasladará en breve a la urbe comercial de Lahore, en el este del país, donde el próximo 13 de noviembre tiene previsto encabezar una gran marcha contra Musharraf.
 
Un presidente civil con apoyo militar
 
Asimismo, el general Musharraf aseguró una vez más que dejará la jefatura del Ejército y abandonará el uniforme militar, pero únicamente cuando se haya confirmado su reelección al frente del Estado, en cumplimiento de su nombramiento en el Parlamento el pasado 6 de octubre. "De momento se ha tomado una decisión, y me gustaría dar una fecha exacta para mi juramento del cargo como presidente civil de Pakistán", declaró. "Deseo que sea lo antes posible", agregó.
 
Esta elección, pendiente de su confirmación por parte del Tribunal Supremo, ha sido interpretado como una de las causas por las que el presidente declaró el estado de excepción y destituyó al presidente del Supremo. De hecho, en la rueda de prensa Musharraf acusó de corrupción al antiguo presidente del Tribunal Supremo y rival político, Mohamed Iftijar Chaudry. En cuanto a las especulaciones según las cuales intentará mantener la lealtad del Ejército en cuanto asuma de nuevo la Presidencia, precisó: "Incluso cuando ya no tenga uniforme, el Ejército estará conmigo".
 
Estas declaraciones llegan después de que el fiscal general paquistaní, Malik Mohammed Qayyum, anunciase que Musharraf se ha servido de las competencias concedidas por el estado de excepción para otorgar a los tribunales militares el poder de juzgar a todos aquellos civiles que puedan ser considerados instigadores del desorden público. El fiscal añadió además que el estado de excepción "concluirá en el plazo de un mes".
 
Por su parte, el presidente estadounidense, George W. Bush, prestó su apoyo a su homólogo paquistaní por dar "pasos positivos" hacia un proceso democrático después de conocer la liberación de la ex primera ministra y el anuncio por parte del fiscal general paquistaní del levantamiento de la situación extraconstitucional en el plazo de un mes.
 
En Pakistán se mantiene, sin embargo, el estado de excepción dictado la semana pasada. Sin embargo, Bush prefiere mantener su aprecio por el presidente paquistaní basándose en el apoyo que Islamabad le concede en la lucha contra Al-Qaeda.  "Creo que una persona tiene el valor de su palabra hasta que se me demuestre lo contrario", afirmó Bush.
 
Bush tiene en Pakistán a uno de sus más férreos aliados en la lucha contra el terrorismo. "No es una buena experiencia ser un operativo principal de Al-Qaeda (en Pakistán)", según Bush. "Cuatro o cinco 'números 3' de la organización han sido llevados ante la justicia de una forma u otra", comentó. "Muchos de esos tipos creían haber hallado un refugio seguro en Pakistán", explicó Bush, que consideró que la detención de estos operativos no habría tenido lugar "si el presidente Musharraf no hubiera mantenido su palabra".

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