LD (EFE) La entidad, que agrupa a los principales empresarios de Cataluña, presentó este lunes el documento "La responsabilidad del empresariado catalán" en el que se asegura que éste "no ha sido capaz de liderar nuevos proyectos, ni tan siquiera de mantener algunos de los que, con sede operativa en Cataluña, representaban centros de poder económico más allá de nuestro territorio".
"Hoy, el mundo global requiere proyectos de tal envergadura que ya no se pueden acometer individualmente, con recursos propios, sin endeudarse, con muy pocos riesgos y con temor al cambio y a la innovación", apunta el documento. "El mundo ha cambiado" y el empresariado catalán debe adaptarse al nuevo entorno, sostiene después.
En el escrito, el Círculo de Economía insta a los empresarios a arriesgar más para adecuarse a las exigencias actuales y a abandonar el individualismo y sumar esfuerzos para agrupar grandes capitales, que son los que permiten pujar por los proyectos importantes.
"Es obvio que en Cataluña es notable la pérdida de pulso económico" -señala el Círculo-, lo que tiene su reflejo en la "falta de nuevas iniciativas empresariales de envergadura", en la "escasa incidencia del empresariado catalán en los mecanismos de poder económico español" y en el "reducido número de grandes sedes corporativas" que hay en Cataluña.
Según la entidad empresarial, "la política es muy responsable del clima anímico que hoy se vive en Cataluña", pero "la sociedad civil, el empresariado catalán, tiene sus responsabilidades". Por eso, agrega que el empresariado debe empezar a asumir esas responsabilidades para evitar, como ha ocurrido en los últimos años, que se acentúe la pérdida de peso en sectores como la construcción, las telecomunicaciones y la energía, y se frene la convergencia con las regiones punteras de Europa.
"Hoy, el mundo global requiere proyectos de tal envergadura que ya no se pueden acometer individualmente, con recursos propios, sin endeudarse, con muy pocos riesgos y con temor al cambio y a la innovación", apunta el documento. "El mundo ha cambiado" y el empresariado catalán debe adaptarse al nuevo entorno, sostiene después.
En el escrito, el Círculo de Economía insta a los empresarios a arriesgar más para adecuarse a las exigencias actuales y a abandonar el individualismo y sumar esfuerzos para agrupar grandes capitales, que son los que permiten pujar por los proyectos importantes.
"Es obvio que en Cataluña es notable la pérdida de pulso económico" -señala el Círculo-, lo que tiene su reflejo en la "falta de nuevas iniciativas empresariales de envergadura", en la "escasa incidencia del empresariado catalán en los mecanismos de poder económico español" y en el "reducido número de grandes sedes corporativas" que hay en Cataluña.
Según la entidad empresarial, "la política es muy responsable del clima anímico que hoy se vive en Cataluña", pero "la sociedad civil, el empresariado catalán, tiene sus responsabilidades". Por eso, agrega que el empresariado debe empezar a asumir esas responsabilidades para evitar, como ha ocurrido en los últimos años, que se acentúe la pérdida de peso en sectores como la construcción, las telecomunicaciones y la energía, y se frene la convergencia con las regiones punteras de Europa.
José Manuel Lara: "Llorar nunca sirve"
"Nos hemos limitado a lamentarnos y a criticar y responsabilizar a los partidos políticos y gobiernos de turno", apunta el documento, que enumera algunas virtudes del pasado –individualismo, compromiso familiar y control radical del riesgo– como actuales frenos al desarrollo si no se adaptan al mundo global.
Oliu, que compareció ante los medios de comunicación junto al presidente del Círculo de Economía, José Manuel Lara, y los también vicepresidentes Artur Carulla, Antón Costas y Borja García-Nieto, lo resumió en una frase: "La situación política no es impedimento para hacer cosas". Lara se preguntó cuántas empresas catalanas se pueden comparar con Philips o Nokia, y animó a los empresarios a arriesgarse en los negocios, por ejemplo, mediante el endeudamiento.
"Llorar nunca sirve", dijo Lara, días después de que el presidente de la patronal Fomento del Trabajo, Joan Rosell, denunciase que Cataluña ha recibido un 28 por ciento menos de inversión del Estado que Madrid entre los años 1997 y 2007. El presidente del Círculo de Economía reconoció que el documento de autocrítica de la entidad provocará rechazos entre algunos miembros de Fomento de Trabajo y adhesiones entre otros, pero añadió: "Tenemos paraguas y cuando llueve nos ponemos debajo".
Carulla utilizó el símil de una cebra, "que no debe correr más que el león, sino más que la última cebra para no ser comida". "Hoy hay cebras que corren mucho y la competencia es feroz", apostilló, en el marco de un llamamiento a la innovación, la diversificación, la internacionalización y la formación continua.