L D (EFE) "Quizá ha sido el mejor resultado de mi carrera tenística, una final de un Masters y encima la primera vez", declaró, un logro por el que dijo que estaba "muy contento" aunque "jamás me lo hubiera podido esperar antes de venir aquí". "Estoy en el mejor momento de mi vida", reconoció, después de convertirse en la revelación del torneo de maestros con cuatro victorias consecutivas, pero aseguró que en realidad "ni era tan malo antes ni soy tan bueno ahora".
El español, número 6 en la lista de la ATP, se mostró muy prudente ante su encuentro de mañana, cuando tendrá que enfrentarse a Federer, número 1 del mundo, que siempre le ha superado en las siete ocasiones en las que se han enfrentado hasta la fecha. "A Federer nunca le he ganado, me ha ganado siempre bastante fácil y es un jugador que me cuesta, porque me cambia de ritmos, me corta, y por ahí sí que su juego me va peor que con otros jugadores", reconoció, y añadió que el suizo "lo hace todo bien", por lo que el encuentro de mañana "será complicado". "Aún así, estoy contento de estar en la final y es un partido que tengo que disfrutar y (en el que) darlo todo", aseguró.
Ferrer, que antes de la rápida victoria de esta noche de Federer sobre Nadal (por 6-4 y 6-1) había dicho a la prensa china que preferiría jugar la final con su compatriota de Manacor, "porque es español y porque es mi pareja" en muchos entrenamientos, sabe, sin embargo, que "con Federer tampoco se puede decir que sea imposible". Con todo, admitió que "eso de ser (la final) a cinco sets también diferencia, no lo sorprendes tanto como puede ser (en un partido) en tres sets".
Ferrer, que insistió en que trata de "evitar el conformismo", destacó la "oportunidad" que representa en su carrera haber llegado a la final de la Copa Masters. "Puede salir bien o puede salir mal, pero al menos puedes tener esa oportunidad de estar ganador, y es algo con lo que el tren pasa una vez, y luego, volver a hacer una final en el Masters, veo muy complicado que lo vuelva a repetir". Siempre humilde, Ferrer, que ayer estuvo "con gripe, con dolor de garganta y un poco con mocos", recordó tras vencer a Roddick que en el tenis "hay que estar a las buenas y también a las malas", y dijo ser consciente de que "tal y como ganas un torneo y estás muy bien una semana, a la semana siguiente se puede venir todo abajo".
El español, número 6 en la lista de la ATP, se mostró muy prudente ante su encuentro de mañana, cuando tendrá que enfrentarse a Federer, número 1 del mundo, que siempre le ha superado en las siete ocasiones en las que se han enfrentado hasta la fecha. "A Federer nunca le he ganado, me ha ganado siempre bastante fácil y es un jugador que me cuesta, porque me cambia de ritmos, me corta, y por ahí sí que su juego me va peor que con otros jugadores", reconoció, y añadió que el suizo "lo hace todo bien", por lo que el encuentro de mañana "será complicado". "Aún así, estoy contento de estar en la final y es un partido que tengo que disfrutar y (en el que) darlo todo", aseguró.
Ferrer, que antes de la rápida victoria de esta noche de Federer sobre Nadal (por 6-4 y 6-1) había dicho a la prensa china que preferiría jugar la final con su compatriota de Manacor, "porque es español y porque es mi pareja" en muchos entrenamientos, sabe, sin embargo, que "con Federer tampoco se puede decir que sea imposible". Con todo, admitió que "eso de ser (la final) a cinco sets también diferencia, no lo sorprendes tanto como puede ser (en un partido) en tres sets".
Ferrer, que insistió en que trata de "evitar el conformismo", destacó la "oportunidad" que representa en su carrera haber llegado a la final de la Copa Masters. "Puede salir bien o puede salir mal, pero al menos puedes tener esa oportunidad de estar ganador, y es algo con lo que el tren pasa una vez, y luego, volver a hacer una final en el Masters, veo muy complicado que lo vuelva a repetir". Siempre humilde, Ferrer, que ayer estuvo "con gripe, con dolor de garganta y un poco con mocos", recordó tras vencer a Roddick que en el tenis "hay que estar a las buenas y también a las malas", y dijo ser consciente de que "tal y como ganas un torneo y estás muy bien una semana, a la semana siguiente se puede venir todo abajo".