El Real Madrid se estrella en Bremen y deja en el aire su pase a octavos (3-2)

(Libertad Digital) Ambos equipos salieron dando muestras en plan de ataque con lo que el partido se mostró bastante abierto desde el comienzo y, ya en el minuto 4, el Real Madrid se vio en desventaja merced al gol del sueco Markus Rosenberg, que aprovechó un centro desde la derecha de Fritz y también el despiste defensivo de Sergio Ramos, que reclamaba un fuera de juego que no era. El sevillano no tuvo su noche. El Werder Bremen se mostraba bastante atrevido pese al nombre del rival y a estar lleno de bajas, entre ellas las de Diego, Frings, Wiese y Hugo Almeida. A ellas se sumó justo después del 1-0 la de Fritz, que tuvo que ser sustituido al resentirse de una lesión muscular de la que se había recuperado hacía poco. En su lugar entró Tosic.

El atrevimiento del conjunto de Thomas Schaaf no amilanó al Madrid, que también se mostró agresivo buscando la velocidad de Robinho y apretando el acelerador desde la mitad del campo. Los dos equipos sabían donde estaban sus virtudes y ambos procuraban que la pelota estuviese lo más cerca posible del área rival. Fue el conjunto de Bernd Schuster el que lograba empatar el partido al cuarto de hora con un soberbio disparo de Robinho tras en una jugada que se había originado con un buen robo de balón en el centro del campo. El partido estaba completamente loco: iba de un campo para otro y, aunque las posibilidades claras no abundaban, la sensación era que en cualquier momento podía llegar el gol para cualquiera de los dos equipos. El gol llegó, pero para el Bremen. Y otra vez por la banda derecha, cuando Rosenberg ganó la raya de fondo y tiró el centro para que el marfileño Sanogo definiese de pierna derecha para batir a Casillas. Corría el minuto 40 y con el 2-1 se llegó al descanso.

El segundo tiempo comenzó con una ocasión para cada equipo. Primero, un error de Naldo dejó a Ruud van Nistelrooy en buena posición, pero el meta Vander resolvió la situación en el último momento. Luego, en el minuto 50, Sergio Ramos salvó al Real Madrid de encajar el tercero sacando bajo palos un cabezazo de Sanogo. Después fue otra vez Van Nistelrooy el que falló en el remate cuando un pase de Robinho lo había dejado solo ante Vander. El empate estaba cantado, pero el holandés falló lo infallable. Perdonó el equipo de Schuster y el Werder Bremen lo aprovechó minutos después para lograr el 3-1. Aaron Hunt superó a Casillas, que tuvo que salir a tratar de cortarle el ángulo tras un gran pase desde el centro del campo del danés Daniel Jensen.

El Madrid no optó por minimizar daños, sino que siguió jugando hacia adelante, creyendo en la remontada, y arriesgando con ello la posibilidad de que el Bremen, que parecía desatado y no buscaba quitarle ritmo al partido, marcara el cuarto. Poco después de una gran ocasión para Rosenberg, que sin duda hubiese liquidado el partido, Van Nistelrooy hizo que renaciesen las esperanzas madridistas al marcar el 3-2 tras recibir un pase de Guti. Todo un golazo, pues el holandés estaba muy escorado a la derecha y apenas tenía ángulo. El gol había llegado a tiempo. Faltaban casi veinte minutos y una ofensiva final era posible en busca del punto que al Madrid le faltaba para asegurar el pase a octavos. Pero la posibilidad de que el Werder Bremen hiciera el cuarto también seguía flotando en el aire. Al final el conjunto de Thomas Schaaf se llevó una victoria merecida y prolongaba la mala racha del Real Madrid en Alemania.