LD (EFE) Pese a la revisión, los pronósticos de la Casa Blanca aún superan los cálculos de la Reserva Federal, que estima que el PIB crecerá en 2008 de un 1,8 a un 2,5 por ciento. Seis meses antes la misma institución proyectaba un crecimiento de entre 2,5 y 2,75 por ciento.
El factor dominante en los cálculos sigue siendo el impacto de la crisis del sector inmobiliario y el efecto que tendrá la restricción del crédito derivada de la crisis de las hipotecas de alto riesgo, que ha hecho tambalear a algunas de las mayores instituciones financieras. "Seguimos viendo indicios de un crecimiento económico saludable, lo cual deja a la luz una vez más la flexibilidad de nuestra economía, a pesar de los problemas en el sector de la vivienda", dijo Lazear.
"Entramos en un quinto año consecutivo, algo sin precedentes, de crecimiento continuo del empleo, al tiempo que el índice de desempleo se mantiene bajo, y creemos que estas tendencias continuarán", afirmó. El ritmo de crecimiento económico en el tercer trimestre fue el más alto en cuatro años, y se debió a un mayor incremento de los inventarios y un mejoramiento de la balanza comercial, según el Departamento de Comercio. El ajuste de cifras fue acorde con lo esperado por la mayoría de los analistas.
Hace un mes, el Departamento de Comercio calculó que el ritmo de crecimiento del tercer trimestre había sido del 3,9 por ciento. El Gobierno publica tres cálculos del PIB a medida que obtiene información más completa. En el segundo trimestre el PIB había crecido a un ritmo anual del 3,8 por ciento, y en un año, hasta septiembre, ha crecido un 2,8 por ciento, según las cifras oficiales. El gobierno informó asimismo hoy de que las ventas de casas nuevas aumentaron un 1,7 por ciento en octubre, menos que lo esperado, y llegaron a un ritmo anual de 728.000 unidades.
Después de que en septiembre el ritmo anual de ventas había sido de 716.000 unidades, el más bajo en 11 años, los constructores ofrecieron las reducciones de precios más pronunciadas en un cuarto de siglo. La mayoría de los analistas había calculado que en octubre el ritmo de ventas alcanzaría 750.000 unidades. El precio medio de la casa nueva fue en octubre de 217.800 dólares, y ha bajado un 13 por ciento en un año, la mayor pérdida de valor desde 1970.
En las casas usadas la caída ha sido mayor, pues acumula una disminución del 23,5 por ciento desde octubre de 2006, según el Gobierno. Las ventas de viviendas de segunda mano, por su parte, bajaron un 1,2 por ciento en octubre, con lo que el inventario de unidades a la venta alcanzó su nivel más alto en 22 años, de acuerdo con la Asociación Nacional de Agentes de Bienes Raíces.
El factor dominante en los cálculos sigue siendo el impacto de la crisis del sector inmobiliario y el efecto que tendrá la restricción del crédito derivada de la crisis de las hipotecas de alto riesgo, que ha hecho tambalear a algunas de las mayores instituciones financieras. "Seguimos viendo indicios de un crecimiento económico saludable, lo cual deja a la luz una vez más la flexibilidad de nuestra economía, a pesar de los problemas en el sector de la vivienda", dijo Lazear.
"Entramos en un quinto año consecutivo, algo sin precedentes, de crecimiento continuo del empleo, al tiempo que el índice de desempleo se mantiene bajo, y creemos que estas tendencias continuarán", afirmó. El ritmo de crecimiento económico en el tercer trimestre fue el más alto en cuatro años, y se debió a un mayor incremento de los inventarios y un mejoramiento de la balanza comercial, según el Departamento de Comercio. El ajuste de cifras fue acorde con lo esperado por la mayoría de los analistas.
Hace un mes, el Departamento de Comercio calculó que el ritmo de crecimiento del tercer trimestre había sido del 3,9 por ciento. El Gobierno publica tres cálculos del PIB a medida que obtiene información más completa. En el segundo trimestre el PIB había crecido a un ritmo anual del 3,8 por ciento, y en un año, hasta septiembre, ha crecido un 2,8 por ciento, según las cifras oficiales. El gobierno informó asimismo hoy de que las ventas de casas nuevas aumentaron un 1,7 por ciento en octubre, menos que lo esperado, y llegaron a un ritmo anual de 728.000 unidades.
Después de que en septiembre el ritmo anual de ventas había sido de 716.000 unidades, el más bajo en 11 años, los constructores ofrecieron las reducciones de precios más pronunciadas en un cuarto de siglo. La mayoría de los analistas había calculado que en octubre el ritmo de ventas alcanzaría 750.000 unidades. El precio medio de la casa nueva fue en octubre de 217.800 dólares, y ha bajado un 13 por ciento en un año, la mayor pérdida de valor desde 1970.
En las casas usadas la caída ha sido mayor, pues acumula una disminución del 23,5 por ciento desde octubre de 2006, según el Gobierno. Las ventas de viviendas de segunda mano, por su parte, bajaron un 1,2 por ciento en octubre, con lo que el inventario de unidades a la venta alcanzó su nivel más alto en 22 años, de acuerdo con la Asociación Nacional de Agentes de Bienes Raíces.