LD (Pablo Montesinos) "El director de un colegio de Santander ha llamado a una madre hasta cuatro veces para criticar que su hijo no vaya a EpC, para presionarla, con la inspectora de educación presente" relata la coordinadora de Profesionales por la Ética, Leonor Tamayo, a Libertad Digital. Un hecho que se repite en todas las Comunidades Autónomas y que refleja la presión diaria a la que se ven sometidos aquellas padres que no quieren que sus hijos sean adoctrinados.
"Son casos heroicos" apunta Tamayo ya que, en muchas ocasiones, los directores del centro "llegan a amenazar a los padres". Sin embargo, lo más habitual es amonestar a los menores con expresiones como "¿Pero tu madre qué se ha creído?" o "Eso no sirve para nada".
A pesar de ello hay que recalcar el coraje y el valor de los padres que, según asegura Profesionales por la Ética, "no se achican ante el acoso".
Las regiones que "comienzan a despertar"
Paralelamente, continúa aumentado la cifra de objeciones de conciencia y las comunidades en las que este año no se imparte la materia pero el próximo sí ya han comenzado "a despertar". Es el caso de Canarias, Baleares o Castilla León donde se multiplican las asociaciones y agrupaciones de padres que requieren información sobre EpC.
"Lo más significativo es que los padres, de manera absolutamente espontánea, se están organizando en plataformas. Han ido surgiendo en localidades y provincias a través de charlas informativas u otros eventos" asevera Leonor Tamayo quién apunta que "se están informando" para hacer frente al adoctrinamiento.
Y es que son más de 21.000 las objeciones de conciencia, un dato ascendente ya que, tres meses después de la implantación de Educación, los padres comienzan a conocer la realidad del temario así como los asuntos que los profesores tratan en las aulas. "Se están empezando a mover", sentencia.