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Setién, sobre el atentado: "Sentí dolor porque iba en contra del clima necesario para dialogar"

El obispo emérito de San Sebastián, José María Setién, defiende en una entrevista en El Correo que es "mejor entenderse sin represión que seguir por la vía de la eliminación de ETA". Su particular equidistancia entre asesinos y víctimas vuelve a reflejarse al afirmar que tras el último atentado "sintió dolor porque iba "en contra del clima necesario para dialogar". Además, considera que el diálogo es "más cristiano que la pura eliminación" de la banda terrorista. Leopoldo Barreda ha lamentado la "complacencia" del prelado con los "verdugos" de ETA.



El obispo emérito de San Sebastián, José María Setién, defiende en una entrevista en El Correo que es "mejor entenderse sin represión que seguir por la vía de la eliminación de ETA". Su particular equidistancia entre asesinos y víctimas vuelve a reflejarse al afirmar que tras el último atentado "sintió dolor porque iba "en contra del clima necesario para dialogar". Además, considera que el diálogo es "más cristiano que la pura eliminación" de la banda terrorista. Leopoldo Barreda ha lamentado la "complacencia" del prelado con los "verdugos" de ETA.
L D (EFE) El obispo emérito de San Sebastián José María Setién considera que el diálogo "es más humano y cristiano que la pura eliminación de ETA", afirma. El prelado guipuzcoano defiende que "es mejor entenderse sin matar y sin represión que seguir por la vía de la eliminación de ETA" y opina, por otra parte, que los planteamientos políticos en "Euskadi no deben hacerse al ritmo y al socaire" de lo que dice la organización terrorista.
 
Setién confiesa que al conocer el atentado de ETA en Francia, en el que la organización terrorista asesinó a dos guardias civiles, sintió "dolor y también mucha pena porque entendía que ello no podía favorecer un proceso más humano", en alusión a un proceso de diálogo. A su juicio, "todo esto va en contra del clima necesario para dialogar, suscita más los ánimos para luchar por la desaparición de ETA por la línea del mero ejercicio de las vías represivas".
 
El obispo emérito de San Sebastián considera, además, que "la violencia no habría desaparecido con una postura franca de la Iglesia contra ETA" y también asegura que "la Iglesia no ha sido cómplice" de la organización terrorista. Señala, asimismo, que si ETA "atentara contra un hombre de la Iglesia se convertiría en un corpúsculo sin apoyo social".
 
Setién aboga por que las víctimas del terrorismo sean tenidas en cuenta en un proceso de pacificación, "con el respeto debido a la sangre y el sufrimiento", pero opina que "las exigencias políticas dificultan el acceso a la causa" del colectivo.
 
Defiende, por otro lado, que la presencia de la "izquierda abertzale en una solución política de los conflictos" no esté impedida "por la Ley de Partidos". A su juicio, "en el fondo" de la sentencia sobre la causa 18/98 contra el entorno de ETA está la aplicación de dicha ley. Según indica, "la aplicación de penas tan graves como las que se imponen se apoya en una norma que permite la adecuación oportunista de su aplicación".
 
Barreda lamenta la "complacencia" de Setién con los "verdugos"
 
Como reacción a la publicación de esta entrevista, el portavoz del PP vasco, Leopoldo Barreda, afirmó que "sigue asombrando" que un prelado como Setién se muestre "tan débil con los fuertes y tan fuerte con los débiles, tanta distancia respecto a las víctimas y tanta complacencia respecto los verdugos". "Parece mentira que en la Iglesia se pueda seguir hablando de no acabar con quienes oprimen al conjunto de una sociedad", destacó.
 
En declaraciones a Europa Press, Barreda señaló que las declaraciones públicas de José María Setién "explican la tanta distancia y falta de implicación de algún sector de la Iglesia en el País Vasco en relación con la defensa de los Derechos Humanos y de las víctimas".
 
A su juicio, la "frialdad" que se percibe en las palabras de Setién sobre el atentado de Capbreton, "esa línea tan política y tan poco evangélica con la que se refiere a la situación en el País Vasco, lo que explica es la falta de contribución de un sector muy importante de la Iglesia a la paz y a la defensa de las libertades en el País Vasco".
 
En este sentido, apuntó que "esa negativa a aplicar la Justicia y buscar siempre el negociar con los asesinos, es una constante en un sector de la Iglesia vasca". Por ello, mostró su deseo de que la actitud de Setién "sea el pasado".

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