L D (EFE) El premio más codiciado, el "Emilio Castelar" al mejor orador, fue este año para el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, y la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, consiguió el "Azote de la oposición" en las votaciones de los cronistas parlamentarios.
El "Castigo para la Prensa" reconoce los méritos que algunos políticos hacen para complicar más aún la vida de estos periodistas. Lejos de enfadarse por la distinción, Diego López Garrido admitió que había luchado por conseguir el premio desde el comienzo de la legislatura; "He luchado por él todos los años", confesó a los invitados a la cena, entre ellos la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.
A continuación sorprendió a muchos al entonar una estrofa del bolero "La Mentira", dedicada a los periodistas del Congreso. "Se te olvida que me quieres/ a pesar de lo que dices/ pues llevamos en el alma cicatrices/ imposibles de borrar", cantó López Garrido con notable éxito.
Pero enseguida le salió un difícil competidor: el galardón "Luis Carandell" a la mejor relación con la prensa fue compartido por el portavoz de ERC, Agustí Cerdá, y el diputado de Chunta Aragonesista, José Antonio Labordeta.
El cantautor aragonés se quejó de que López Garrido se hubiera metido en su terreno y por supuesto cantó; fue una estrofa de una jota escogida para despedirse del Parlamento, porque tras ocho años en el Congreso no va a repetir como candidato a diputado por el Cha: "... Aquí se quedan los guapos/ y nos marchamos los buenos", afinó.
No se despidió ni cantó, sino que agradeció mucho su distinción la ministra Magdalena Álvarez, porque el Senado la acababa de reprobar, dedicándola a los grupos de ERC, IU-ICV, CiU y PP que, aseguró, "semana tras semana sacan lo mejor de mí".
El premio "Azote del Gobierno" fue para Eduardo Zaplana (PP), el "Parlamentario más activo" se lo llevó Carles Campuzano (CiU), Carlos Aragonés (PP) consiguió el "Desconocido en el Parlamento" y el socialista Antonio Hernando fue "Diputado revelación".
De la Cámara Alta, Iñaki Anasagasti (PNV) fue votado como "Senador del año", Patricia Hernández (PSOE) como "Senadora revelación" y el portavoz del PP, Pío García Escudero, obtuvo el premio a la siguiente "pregunta del millón" dirigida al presidente del Gobierno: "¿Qué reflexiones personales le han llevado a concluir que el Gobierno de España debe ser llamado Gobierno de España?"
En el ámbito europeo la socialista Elena Valenciano se llevó otro galardón como eurodiputada del año.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el titular de Industria, Joan Clos, estuvieron en la cena, así como el presidente del Senado, Javier Rojo, y el del Congreso, Manuel Marín, que deja la vida política y se despidió de todos con un brindis.
No hubo parlamentarios del PP porque la entrega coincidió con la cena de Navidad del partido, pero la diputada Soraya Sáenz de Santamaría pudo llegar a tiempo para recoger -junto a una representación de los ponentes de los seis estatutos de autonomía reformados en la legislatura- una mención especial de la APP por su labor conjunta.
En la gala, que como es tradición acabó con baile, se vieron vídeos de momentos divertidos de la legislatura y hubo otra canción a cargo de un periodista, José Miguel Blanco, de la Agencia EFE, que vaticinó en verso el futuro que aguarda a los periodistas tras las elecciones de marzo. "Ay la que espera/ con cientos de promesas/ Ay la que espera con la votación/ Ay la que espera para la prensa/ Ay la que espera ¡válgame Dios!", advirtió.