(Libertad Digital) Tal y como se podía esperar, sólo hubo un equipo motivado sobre el césped del estadio José Rico Pérez: el Alicante. El Madrid, pese a jugar con los menos habituales, no demostró en los primeros 45 minutos su superioridad. La primera mitad terminó sin que el equipo de Bernd Schuster disparara ni una sola vez a puerta, mientras que el meta polaco Dudek sí que tuvo que intervenir para evitar que el conjunto de se adelantara en el marcador En la segunda parte se repitió el guión, con dominio por parte de los hombres que dirige José Carlos Granero. Se sucedieron las ocasiones hasta que a la hora de juego llegó el milagro alicantinista: Dudek no acertó a blocar un balón de falta y el balón, tras varios rechaces, llegó a Joan Tomás, quien fue atropellado por Drenthe dentro del área. Rodríguez Domínguez no dudó en señalar un penalti que no desaprovechó Borja.
Con el resultado en contra, el Madrid tuvo que sacar la vergüenza torera y buscar el empate. Drenthe dejó su sitio a Balboa y, más tarde, fue Higuaín el que dejó el suyo a Soldado. El Alicante notó el bajón físico y el Madrid buscó con mucho más ahínco la portería de Ricardo, pero sin acierto. Los blancos pidieron también penalti sobre Míchel Salgado a falta de diez minutos para el final, pero el colegiado no lo concedió. La insistencia blanca acabó por darle resultado. Primero Ricardo Molina evitó que un cabezazo de Miguel Torres igualara el partido, pero en el saque de esquina fue Javier Balboa el que cabeceó el definitivo empate a uno.
Los goles de Zigic, bálsamo para Koeman
Parecía también que el el Valencia se iba a estancar en su visita al Stadium Gal de Irún ante el Real Unión, pero en la segunda parte apareció la figura de Nikola Zigic para darle la vuelta a la tortilla y, de paso, un respiro a un apurado Ronald Koeman. El conjunto 'ché' dominó durante buena parte de los 90 minutos, pero sus primeros acercamientos a la portería de un Otermin superado por las circunstancias pecaron de inocencia, mientras que el conjunto guipuzcoano apenas sufrió apuros de entidad en el primer tiempo.
El equipo de Koeman atraviesa sus peores momentos de los últimos años y los locales parecieron darse cuenta de ello: en su segunda llegada al área se adelantaron en el marcador tras una gran jugada individual de Abasolo culminada por Sergio Francisco. La entrada en el segundo tiempo de Zigic, en sustitución de Joaquín, fue providencial para rescatar a su equipo de la catástrofe: primero empató tras una gran acción de Mata y luego, en el minuto 70, reivindicó la titularidad con un golazo. El Valencia, al menos, no ha agravado la crisis en Irún y ya tiene pie y medio en los octavos de final.
Corominas salva al Espanyol
Por último, Espanyol y Montjuic han firmado un empate en Montjuic que deja todo pendiente para el encuentro de vuelta, el próximo 2 de enero en Riazor. Tardó en calentarse un encuentro que ambos equipos afrontaron con dos alineaciones novedosas pensando más en sus encuentros de Liga que en el choque copero. Con este planteamiento no se podía esperar mucho del primer asalto. Ni los estrenos de Lafuente y de Rufete, por parte blanquiazul, animaron un choque con demasiadas imprecisiones y sin ritmo.
El Deportivo hizo un planteamiento muy serio y apenas concedió oportunidades a un rival en el que sólo el internacional Albert Riera se aproximó con peligro. De hecho se adelantó a la media hora de juego con un gol de falta directa de Sergio. Pero el Espanyol se animó en la segunda parte y lograba empatar por medio de Ferran Corominas a tres minutos para el final. Animado por la igualada, el equipo de Ernesto Valverde se fue en busca del segundo gol. El árbitro obvió un claro penalti sobre Tamudo y luego Luis García no supo aprovechar una falta desde la frontal. El Deportivo, que acabó pidiendo la hora, dio demasiada vida al conjunto catalán y no supo finiquitar el partido.