L D (Agencias) El líder del PP recalcó que "no ha sido una buena legislatura", pero se mostró convencido de que "esta vez" los españoles le van a dar su confianza en las elecciones generales, y se abrirá "una nueva etapa" en España, en la que se recuperarán los acuerdos básicos entre los dos grandes partidos porque lo sucedido en los últimos cuatro años "sólo puede ser un paréntesis". "¿Mis errores? Quizá no tuve la suficiente capacidad de convicción o no empleé suficiente tiempo para convencer al presidente del Gobierno de que era absurdo ponerse a discutir sobre España y de que era absurdo negociar con ETA", manifestó.
Rajoy subrayó que él no negociará con una organización terrorista "nunca", que reformará la Constitución para que cualquier modificación territorial sea con el acuerdo de los dos tercios del Congreso, que promoverá el consenso en política exterior, y que llevará a cabo la rebaja fiscal y la subida de las pensiones ya anunciadas. Así, hizo hincapié en que la legislatura termina con un mandato del Congreso en vigor que permite al Gobierno volver a negociar con los terroristas y con ETA "en las instituciones" y volvió a reclamar a Zapatero que inste a la ilegalización del PCTV y de ANV.
El líder del PP criticó asimismo la política territorial del Gobierno socialista porque "ha supuesto la ruptura de los consensos y no ha producido ningún efecto beneficioso". "Todos los cambios territoriales han generado tensión, división, problemas, han afectado a la igualdad entre los españoles y no se sabe para qué se ha hecho esta política", apostilló.
Tras insistir en que estos son los asuntos en los que Zapatero centró la agenda política, Rajoy denunció que el Gobierno se ha "olvidado de lo importante": la economía de las familias. En ese sentido, recordó que han subido los precios y los tipos de interés y dijo que los salarios y las pensiones "no llegan", por lo que anunció que esta será una de las prioridades del PP.
"Quien no ha sabido gestionar la economía en tiempos de bonanza, no será capaz de hacerlo en tiempos de incertidumbre", dijo Rajoy, quien aseguró contar con las "recetas" para resolver una situación económica en la que "hay motivos para la preocupación" pero no "para la desesperanza".
La seguridad ciudadana, la violencia contra las mujeres, y la inmigración fueron otros asuntos que abordó el presidente del PP como los que más preocupan a los ciudadanos y a los que prestará especial dedicación.
Así, llamó la atención sobre los nuevos tipos de delincuencia que deben ser recogidos en una reforma del Código Penal, y consideró que lo único que hizo el Gobierno en materia de inmigración fue la "regularización masiva que ha provocado un efecto llamada". Según Rajoy, hay hoy seiscientos mil inmigrantes irregulares mas que al inicio de la legislatura y su propuesta en esta materia es que los que lleguen a España tengan "los mismos derechos y obligaciones" que tuvieron los españoles que emigraron a otros países en décadas anteriores.
Preguntado por el hecho de que Zapatero no se haya pronunciado sobre su invitación a pactar que los mandatos del presidente del Gobierno se limiten a ocho años, Rajoy respondió que "respeta" la opinión del líder socialista porque la ley "no obliga", aunque insistió en que él cumplirá su compromiso.
Rajoy subrayó que él no negociará con una organización terrorista "nunca", que reformará la Constitución para que cualquier modificación territorial sea con el acuerdo de los dos tercios del Congreso, que promoverá el consenso en política exterior, y que llevará a cabo la rebaja fiscal y la subida de las pensiones ya anunciadas. Así, hizo hincapié en que la legislatura termina con un mandato del Congreso en vigor que permite al Gobierno volver a negociar con los terroristas y con ETA "en las instituciones" y volvió a reclamar a Zapatero que inste a la ilegalización del PCTV y de ANV.
El líder del PP criticó asimismo la política territorial del Gobierno socialista porque "ha supuesto la ruptura de los consensos y no ha producido ningún efecto beneficioso". "Todos los cambios territoriales han generado tensión, división, problemas, han afectado a la igualdad entre los españoles y no se sabe para qué se ha hecho esta política", apostilló.
Tras insistir en que estos son los asuntos en los que Zapatero centró la agenda política, Rajoy denunció que el Gobierno se ha "olvidado de lo importante": la economía de las familias. En ese sentido, recordó que han subido los precios y los tipos de interés y dijo que los salarios y las pensiones "no llegan", por lo que anunció que esta será una de las prioridades del PP.
"Quien no ha sabido gestionar la economía en tiempos de bonanza, no será capaz de hacerlo en tiempos de incertidumbre", dijo Rajoy, quien aseguró contar con las "recetas" para resolver una situación económica en la que "hay motivos para la preocupación" pero no "para la desesperanza".
La seguridad ciudadana, la violencia contra las mujeres, y la inmigración fueron otros asuntos que abordó el presidente del PP como los que más preocupan a los ciudadanos y a los que prestará especial dedicación.
Así, llamó la atención sobre los nuevos tipos de delincuencia que deben ser recogidos en una reforma del Código Penal, y consideró que lo único que hizo el Gobierno en materia de inmigración fue la "regularización masiva que ha provocado un efecto llamada". Según Rajoy, hay hoy seiscientos mil inmigrantes irregulares mas que al inicio de la legislatura y su propuesta en esta materia es que los que lleguen a España tengan "los mismos derechos y obligaciones" que tuvieron los españoles que emigraron a otros países en décadas anteriores.
Preguntado por el hecho de que Zapatero no se haya pronunciado sobre su invitación a pactar que los mandatos del presidente del Gobierno se limiten a ocho años, Rajoy respondió que "respeta" la opinión del líder socialista porque la ley "no obliga", aunque insistió en que él cumplirá su compromiso.