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ETA recupera su capacidad para cometer atentados de gran envergadura

El intento de atentado a la zona de Azca que iba a ejecutar el grupo Elurra, y que fue  abortado por la Guardia Civil, se planeó con posterioridad a la detención de Luis Ignacio Iuretagoyena, "Sini", el artificiero más experimentado de la banda. Esto significa que ETA tenía ya entonces la posibilidad de montar artefactos de gran potencia.

El intento de atentado a la zona de Azca que iba a ejecutar el grupo Elurra, y que fue  abortado por la Guardia Civil, se planeó con posterioridad a la detención de Luis Ignacio Iuretagoyena, "Sini", el artificiero más experimentado de la banda. Esto significa que ETA tenía ya entonces la posibilidad de montar artefactos de gran potencia.
(Libertad Digital) Así lo demuestra el hecho revelado por fuentes antiterroristas al diario La Razón. La detención de Luis Ignacio Iruretagoyena, "Suni", en septiembre del año pasado, y el consecuente golpe dado a la banda terrorista mediante la desarticulación del chalet de la localidad francesa de Cahors en el que se fabricaron los artefactos empleados contra la T-4 de Barajas (y el que iba a ser colocado en agosto en el complejo turístico Marina D'Or en Oropesa del Mar), no consiguió evitar que ETA, con posterioridad a este hecho, pudiese ordenar el atentado contra el complejo Azca.
 
Y es que el grupo Elurra, por orden de Garikoitz Aspiazu, jefe de los grupos de la banda terrorista, estaba ya en Madrid en el mes de diciembre con un coche de alquiler para preparar el atentado en la capital. Es por ello evidente que la banda en ese momento ya disponía de un nuevo laboratorio con alguien desconocido al frente, que pese a probablemente no disponer de la amplia experiencia de Iruretagoyena (que llegó a ser jefe de los comandos del régimen sandinista de Nicaragua), sí proporcionaba a la banda el operativo suficiente como para montar este tipo de artefactos.
 
La carga hueca en forma de cono del barril de Guecho, dispuesta para dirigir la explosión al paso de un vehículo oficial o de las Fuerzas de Seguridad del Estado –mediante un dispositivo a distancia o de cables eléctricos-, aparece diseccionada al detalle en el manual de los grupos terroristas: en ellos se especifica que dicha carga (que en el bidón encontrado el jueves era de 40 kilos de explosivo) requiere de un recipiente duro (el barril) y además de una única olla para "dirigir mejor la explosión".

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