LD (Agencias) Según traslada el instituto Juan de Mariana en una nota de prensa, los datos de paro registrado y publicados por el Ministerio de Trabajo constatan la seria desaceleración que está padeciendo la economía española. Basta tener en cuenta que la subida de 132.378 parados es la mayor de la historia de la serie para cualquier mes del año (desde 1996) y supera en 2,5 veces la media histórica de incrementos en enero. Además, y sobre todo, tras este repunte el número absoluto de desempleados se coloca en su cifra más alta desde noviembre de 1998.
Este instituto liberal denuncia el continuo enfriamiento del sector de la construcción que, en sólo un año ya ha incrementado su número de parados en un 27 por ciento, en su mayoría inmigrantes. Sin embargo, según denuncia, sus efectos comienzan a trasladarse al resto de la economía: el sector servicios ha sufrido un incremento del paro de 98.104 (también la mayor de la historia de la serie) y coloca el número de parados en niveles de febrero de 1997.
Para el Juan de Mariana, el origen de esta fuerte caída en la creación de empleo comparte causas con la crisis financiera internacional originada en EEUU. Pero, a diferencia de lo que numerosos analistas sostienen, no se trata sólo de que nos esté afectando negativamente las dificultades para obtener financiación internacional, sino que España presenta su propia dinámica y patrón de crisis.
Además, señala que el notable endeudamiento hipotecario en el que han incurrido las familias españolas durante los últimos años se ha visto recrudecido por las recientes subidas de tipos de interés en los mercados interbancarios. Esto ha provocado por un lado el desplome de la construcción residencial, como acreditaba hace unos días la caída en un 23 por ciento de los visados en viviendas hasta noviembre. Por otro, buena parte de su renta disponible de las familias ha tenido que destinarse a sufragar los incrementos de la carga financiera y no a consumir en otras líneas productivas, por lo que numerosas empresas están sufriendo una importante restricción de ingresos (la renta disponible de las empresas cayó un 69 por ciento durante el tercer trimestre del año).
A esta disminución de su demanda, se les ha unido un contexto internacional particularmente complicado, con costes de financiación crecientes y con unas materias primas cuyo precio no deja de aumentar. Ambos motivos, como ya hemos expuesto reiteradamente en nuestros informes y boletines, vienen causados por la política monetaria expansiva que vienen siguiendo los bancos centrales desde agosto.
Este estrechamiento de los márgenes de beneficios (menor demanda unida a mayores costes) está dando lugar, según el instituto liberal, a un incremento del número de desempleados, no sólo en la construcción, sino en el resto de sectores productivos.
Para este instituto, los riesgos de esta subida del paro son enormes y recuerdan, en buena medida, lo sucedido en EEUU antes del estallido de la crisis subprime. Si las familias endeudadas no logran encontrar un nuevo empleo y ven caer su renta disponible, los impagos de hipotecas repuntarán considerablemente, en un contexto donde se espera que los precios de la vivienda empiecen a caer. Si esto sucediera, las entidades de crédito españolas (cuyos créditos han ido destinados en casi un 70 por ciento a sectores relacionados con la construcción) serían incapaces de recuperar sus préstamos ni siquiera ejecutando unos colaterales cuyos precios se están desinflando.
A partir de aquí el proceso anterior puede realimentarse: subidas de tipos de interés, mayores costes de financiación, menores márgenes empresariales, más paro, más impagos hipotecarios y más presión bajista sobre los precios de la vivienda. Desde el Observatorio de Coyuntura Económica reiteramos las dos medidas fundamentales a la hora de afrontar esta crisis: reducción de impuestos y de gasto público y liberalización del mercado de factores productivos.
Según dice el Juan de Mariana, ccn la reducción de impuestos, las familias y las empresas verán aliviada su situación financiera, de modo que podrán repagar la deuda con mayor holgura. En este sentido hay que señalar, sin embargo, que la reciente propuesta del Gobierno de devolver 400 euros en concepto de IRPF a los españoles no es una medida apropiada. En su opinión, no se pueden reducir los impuestos y aumentar de manera espectacular el gasto público, ya que en este caso las rebajas fiscales se financian con déficit público, cuyos efectos sobre los tipos de interés y la inflación son tremendamente nocivos.
Especialmente porque ni PSOE ni PP parecen tener la intención de reducir el gasto público, lo que supone, a juicio del instituto Juan de Mariana, un enorme error de política económica. Tal como está evolucionando el paro, el Juan de Mariana prevé un sustancial aumento de las prestaciones por desempleo que podría acabar con el superávit y el margen para bajar impuestos sin incurrir en déficit. En diciembre las prestaciones alcanzaron los 1.407 millones de euros, un 16,5 por ciento más que en diciembre de 2006; de continuar con esta tendencia, el gasto para el mes de enero bien podría superar los 1.500 millones de euros.