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Real Madrid y DKV Joventut muestran sus credenciales y se meten en semifinales

Tau Cerámica-Iurbentia Bilbao y Real Madrid-DKV Joventut son las semifinales de la Copa del Rey que se van a disputar este sábado. Los dos últimos equipos han conseguido el pase en duelos desiguales. Los de Badalona dieron una paliza al Pamesa Valencia (84-59), mientras que el líder de la ACB tuvo que trabajar bastante más para derrotar al Akasvayu Girona de Marc Gasol (73-60).

Tau Cerámica-Iurbentia Bilbao y Real Madrid-DKV Joventut son las semifinales de la Copa del Rey que se van a disputar este sábado. Los dos últimos equipos han conseguido el pase en duelos desiguales. Los de Badalona dieron una paliza al Pamesa Valencia (84-59), mientras que el líder de la ACB tuvo que trabajar bastante más para derrotar al Akasvayu Girona de Marc Gasol (73-60).
L D (EFE) El DKV Joventut aligeró la tensión copera vivida en la jornada inaugural de la Copa del Rey con una victoria indiscutible, irreprochable y nunca amenazada por un Pamesa Valencia que todavía no se ha enterado de que en Vitoria se está jugando un título muy codiciado. El Pamesa soportó la responsabilidad de la eliminatoria los primeros cinco minutos. Luego, acompañó respetuosamente al Joventut hasta la puerta para despedirle y desearle suerte en las semifinales. No hubo intriga en el tercer asalto de cuartos de la Copa. Los verdinegros sólo tuvieron que dejar hacer a Rudy Fernández (quince puntos en la primera parte) para adjudicarse un puesto en la segunda ronda de Vitoria 2008.

El Joventut se movió más rápido, buscó antes el objetivo y trabajó mucho en defensa para dejar que el alero de la selección española ejecutará la otra parte de plan en el aro valenciano. Ni siquiera la brega del puertorriqueño Rubén Douglas y de Víctor Claver en ataque metió al Pamesa en la pelea. El equipo de 'La Fonteta' vio la Copa desde lejos, como un espectador neutral, igual que si persiguiera sombras etéreas. Los dos únicos hombres que funcionaron al ritmo de una eliminatoria copera fueron Douglas y Claver. El base evitó que el castigo al descanso adquiriese tintes de condena con un triple campo propio (39-33). Los doce puntos del puertorriqueño hasta el descanso sostuvieron al Pamesa en pie, pero no lo bastante como para inquietar a un Joventut tranquilo, confiado, ajeno a la presión de estas eliminatorias.
 
Lleva tiempo el Joventut rondando el título (en 2004 disputó la final) y, al menos en el primer partido de esta edición vitoriana del campeonato, actuó con una sobriedad y una calma, con una normalidad, que cabe pensar en los verdinegros como una alternativa sólida al éxito. Ricky Rubio ni siquiera necesitó involucrarse en las labores de anotación del Joventut para decantar la eliminatoria del lado verdinegro. Sí salió a escena Rudy Fernández, quien con 20 puntos fue el máximo anotador del encuentro.
 
El tiro exterior del Real Madrid fulmina al Akasvayu
 
El Real Madrid firmó el pase para jugar las semifinales de la Copa del Rey contra el Joventut muy al final de una eliminatoria con poco ritmo frente al Akasvayu Girona, al que fulminaron los triples de los exteriores blancos en los estertores del último cuarto. Los blancos tardaron más de medio cuarto en alcanzar el ritmo y, además, se cargaron de personales en pocos minutos. El Madrid había salido con Pablo Aguilar junto a Felipe Reyes en el quinteto inicial y ese fue la tecla que tocó Plaza para reconducir la situación y despertar a los jugadores con la entrada de Charles Smith y Axel Hervelle.

Tuvo lugar algo así como un intercambio de papeles. Los tiros mal seleccionados y los problemas ofensivos cambiaron de bando y el Madrid, poco a poco, aunque sin aparentes dificultades estrechó la brecha (15-20 m.10). Un triple de Smith niveló por primera vez el tanteo (22-22) y, mientras el Akasvayu adoptaba la misma cadencia de errores ofensivos y desajustes defensivos que los blancos pasaron al principio, el Madrid cogía seis puntos de ventaja (33-27 m.18). Pero los gerundenses sabían lo que querían, tenían claro el partido que querían plantear y desarrollar.

Gasol convirtió once puntos en el primer tiempo. El serbio Ivan Radenovic también se aplicó a la tarea de desgaste sobre los hombres altos. El hermano de la nueva estrella de los Lakers explotó bien sus habilidades cerca del aro -once puntos-. Igual que Radenovic, que firmó otros nueve hasta el descanso. Desde el otro lado de la cancha, Smith -también con once- y Axel Hervelle -que añadió diez- compensaron la producción de los dos pivots del cuadro catalán. En resumen, blancos y gerundenses firmaron tablas después de media eliminatoria (37-37) y un carrusel de altibajos en los biorritmos.

Quince años sin ganar la Copa son muchos para una entidad como el Real Madrid. Otros veinte minutos sin carburar convenientemente le habrían condenado con toda seguridad. También al Akasvayu. El caso es que, con una mayor dosis de intensidad, ningún regalo defensivo y el partido inscrito, ya sí, dentro de parámetros más propios para la ocasión, los puntos empezaron a caer con cuentagotas (46-47 m.28). Bajo semejante panorama, la intensidad defensiva madridista decantó ligeramente el duelo para dejarlo con una pequeña diferencia favorable a falta de último cuarto (52-47).

Plaza buscó fuera del guión esperable para intentar mejorar el rendimiento atacante. Dejó al estadounidense Louis Bullock sentado al principio del último cuarto para introducir al griego Mikhalis Pelekanos, también especialista en el lanzamiento de larga distancia. Ni por esas. El contador sumaba muy de vez en vez. Entre cada movimiento, ambos cincos consumían intentos sin éxito. Demasiada tensión probablemente y, sin duda, la lección de que la defensa gana títulos bien divulgada y bien aprendida por todos los protagonistas. La baza de Pelekanos duró poco. El Madrid, a la vista de que no terminaba de soltarse en ataque, de que el reloj corría ajeno a los problemas y la el Akasvayu cada vez veía más cerca la posibilidad de llegar al epílogo con opciones de victoria, reformó el quinteto a cinco minutos de la bocina para ir a por la clasificación sin guardarse nada.

Los blancos, ante eso, decidieron protegerse en una zona y dejar que Tunceri y Bullock, con el Akasvayu todavía descolocado ante la nueva disposición de retaguardia madridista, disparasen, con dos lanzamientos secos y certeros, a la sien de los gerundenses. Un triple por barba junto con una bandeja en contragolpe del turco aniquilaron al equipo de Pedro Martínez (69-56). Cinco eliminatorias y cinco derrotas en la Copa no hacen justicia al cuadro catalán.

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