L D (EFE) El mediador insistió en la necesidad de tomar decisiones con celeridad "por el bien del país y de la región".
La crisis estalló a raíz de las elecciones del pasado 27 de diciembre, en las que fue reelegido el presidente Kibaki, aunque la oposición asegura que se produjo gracias a un millón de votos fraudulentos.
Los disturbios políticos y tribales que se han sucedido desde entonces han causado un millar de muertos y centenares de miles de desplazados.
Las conversaciones entre el Gobierno y la oposición para cerrar la crisis comenzaron el 31 de enero pasado. Aunque las dos partes han aprobado una serie de principios generales, el diálogo quedó estancado durante la negociación para repartir el poder entre el Gobierno y la oposición.
En sus declaraciones, Annan acusó a Kibaki y Odinga de "esconderse detrás de sus equipos de negociadores", e insistió en que son ellos dos quienes "deben aceptar sus responsabilidades y alcanzar un consenso político para que la población no sufra más".
También lamentó que el punto tercero de su "hoja de ruta", que se refiere a la resolución de la crisis mediante un reparto de poderes, "podría haberse solucionado hace dos semanas si los políticos no pensaran en intereses personales".
Aclaró que las negociaciones no están rotas, pero pidió rapidez de decisión.