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El príncipe Enrique de Inglaterra está luchando desde hace dos meses en Afganistán

El príncipe Enrique, de 23 años y perteneciente al regimiento Household Calvary, lleva diez semanas destinado en la provincia de Helmand, considerada como una de las más peligrosas del país. Pese a que se estableció un pacto de silencio con medios británicos, la noticia ha trascendido a raíz de la publicación en webs estadounidenses. En una entrevista, el príncipe cuenta su experiencia y se dice orgulloso de servir a su país.

El príncipe Enrique, de 23 años y perteneciente al regimiento Household Calvary, lleva diez semanas destinado en la provincia de Helmand, considerada como una de las más peligrosas del país. Pese a que se estableció un pacto de silencio con medios británicos, la noticia ha trascendido a raíz de la publicación en webs estadounidenses. En una entrevista, el príncipe cuenta su experiencia y se dice orgulloso de servir a su país.
(Libertad Digital) Quien es tercero en la línea de sucesión al trono ya intentó participar en la misión en Irak el pasado verano; pero la expectación pública obligó al Ministerio de Defensa a vetar su incorporación por razones de seguridad. Temían que el príncipe se convirtiera en el objeto de atentados terroristas y pusiera en consecuencia en peligro a su contingente. 
 
En esta ocasión, sin embargo, se optó por establecer un pacto de
silencio con los medios de comunicación británicos y otros extranjeros (pocos), pero, la publicación de la noticia en  "páginas web extranjeras" rompió el embargo.
 
La información al parecer fue difundida por la página web estadounidense Drudge Report, según la agencia de noticias británica PA, informa Efe.
 
En un comunicado, el jefe del Estado Mayor británico, Richard Dannatt, se mostró "muy decepcionado" por la publicación de la noticia. "Estoy muy disgustado de que webs extranjeras decidiesen hacer pública la noticia sin consultarons previamente", dijo.
 
Esa actuación -continúa- contrasta con la "alta responsabilidad" de los medios británicos. "Después de un largo periodo de discusiones entre el Ministerio de Defensa y los editores de medios regionales, nacionales e internacionales, los editores adoptaron la actitud encomiable de contener su cobertura", dijo el alto mando militar.
 
Respecto a la conducta del hijo menor del príncipe Carlos de Inglaterra y Diana de Gales en las operaciones sólo tuvo elogios. "Lo que los últimos dos meses han mostrado es que es perfectamente posible para el príncipe Enrique que se le asignen las mismas tareas que a cualquier otro oficial de su rango y experiencia", dijo el general Dannatt, que calificó su actitud de "ejemplar".

Añadió que el príncipe Enrique ha estado "completamente implicado" en las operaciones y "ha corrido los mismos riegos que cualquier otro" de su batallón.

"Al igual que todos los de su generación que sirven hoy en el Ejército, es motivo de orgullo para la nación", añade el jefe del Estado Mayor.  
 
Su continuidad, pendiente

En relación a la continuidad del príncipe en el país asiático dijo que una vez que la noticia es "de dominio público", los mandos militares británicos pedirán asesoramiento de los comandantes sobre el terreno sobre si Enrique puede seguir sirviendo en Afganistán.

El alto mando militar aprovechó el comunicado para hacer un llamamiento a los medios de comunicación para que se abstengan de informar de los movimientos del príncipe y vuelvan a cumplir los términos del acuerdo.
 
"Cuatro días sin ducharme"
 
El príncipe Enrique de Inglaterra, miembro del regimiento Household Calvary, realizaba labores tácticas de controlador aéreo y se encontraba asentado en una madrassa de Gurkha, en el sur de Helmand, una de las zonas más calientes del país asiático.
 
En una entrevista en la provincia afgana, el príncipe contó su vida como soldado en primera línea. "No me he duchado en cuatro días, y no he lavado mi ropa en una semana".
 
"Es muy bueno ser por poco tiempo una persona normal, por una vez. Creo que es lo más normal que voy a conseguir ser. Soy consciente de que estoy mostrando demasiado mi cara en la zona - menos mal que no hay civiles aquí porque es... una tierra sin hombres".
 
Orgulloso de servir a su país
 
El príncipe Enrique se califica como "un imán de bala" aunque reconoce que cuando patrulla se cubre el rostro para no ser reconocido. Dice que se siente "excitado por haber tendio finalmente la oportunidad de actuar sobre el terreno; lo que he querido hacer desde que me incorporé (al Ejército)".
 
El secretario de comunicación del príncipe, Paddy Haverson, aseguró: "El príncipe Enrique está muy orgulloso de servir a su país en operaciones fuera con los soldados de su nivel y de realizar el trabajo para el que ha sido entrenado".

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