LD (EFE) Durante la segunda jornada de su visita a Irak, el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, dijo en Bagdad que las potencias extranjeras deben retirar sus tropas de la región y que dejen a los pueblos y gobiernos de Oriente Medio ocuparse de sus asuntos. Dijo que "ellos (las potencias extranjeras) alegan que quieren gastar sus fondos en la reconstrucción de la región, pero es mejor que lo gasten en el desarrollo de sus propias regiones. Los pueblos de esta zona no han ganado nada con la presencia extranjera más que destrucción y humillación".
El presidente Ahmadineyad llegó este domingo a Bagdad en su visita de dos días a Irak, la primera de un mandatario iraní desde el triunfo de la Revolución Islámica en 1979 y la guerra entre ambos países (1980-1988). El mandatario negó las acusaciones lanzadas por EEUU de que su Gobierno apoya el terrorismo dentro de Irak, incluido el suministro de armamento.
En su intervención, el presidente señaló que "los estadounidenses hablan demasiado... En realidad, no me importan sus acusaciones. No pueden ser tomadas en serio. Ha llegado a nuestro conocimiento que los estadounidenses adoptan sus políticas sobre la base de informaciones falsas o mal encaminadas".
Asimismo, descartó que las relaciones de Irán con Irak estén cortadas por patrones religiosos. Manifestó que "esta clasificación (sectaria) puede estar bien a ojos de los extranjeros, pero nosotros vemos al pueblo iraquí como un solo pueblo". A la vez, defendió que su país no favorece a los chiíes iraquíes frente a los suníes.