LD (Agencias) Tras intensas negociaciones, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una tercera ronda de negociaciones contra Irán por su negativa a detener el enriquecimiento de uranio, parte fundamental de su polémico programa nuclear. El texto, elaborado por el Reino Unido, Francia y Alemania contó con catorce votos a favor y una abstención, la de Indonesia.
Zalmay Khalilzad, embajador de EEUU ante la ONU, señaló que "una vez más, Irán ha optado por no cumplir las expectativas de la comunidad internacional, y una vez más, al Consejo de Seguridad no le ha quedado más opción que actuar". Por su parte el embajador británico, John Sawers, instó a Teherán a "cooperar por completo" con la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) y a que cumpla con pasadas resoluciones del Consejo que le ordenan detener el enriquecimiento de uranio.
En la declaración conjunta de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (China, Francia, EEUU, Reino Unido y Rusia) el embajador británico subrayó la disposición de éstos a reabrir negociaciones con Irán. En ese sentido, se subraya que el alto representante de la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Javier Solana, vuelva a mantener contactos con representantes del régimen iraní.
En una intervención ante el Consejo de Seguridad antes de la votación, el embajador de Irán ante la ONU, Mohammad Khazee, consideró que la resolución era una "acción ilegal" porque Teherán "ha cumplido con sus obligaciones" con la AIEA y ha contestado a todas las "preguntas pendientes".
El embajador indicó que "el programa nuclear de Irán ha sido, es y será pacífico y no supone ninguna amenaza para la seguridad internacional, por lo que no es un asunto para el Consejo de Seguridad". Calificó las sanciones impuestas de "injustificadas" y "poco constructivas", fruto de las "motivaciones políticas" de algunos de sus miembros.