LD (EFE) Varias personas resultaron heridas y permanecen hospitalizadas tras los violentos disturbios que en las últimas horas se han registrado en el centro de la ciudad de Lhasa, capital del Tibet. A lo largo de las dos calles principales y alrededor del templo de Jokhang, el monasterio de Ramogia y el mercado de Chomsigkang, casas y negocios están siendo consumidos por el fuego.
Entre tanto, la embajada estadounidense ha enviado un correo electrónico a sus ciudadanos en Lhasa en los que les pide que abandonen inmediatamente la ciudad. Varios turistas estadounidenses han informado a la representación diplomática de enfrentamientos a balazos.
Los incidentes llegan en medio de las protestas que desde el pasado día 10 protagonizan los monjes budistas y que se iniciaron para recordar el aniversario de la fracasada rebelión tibetana contra el mandato chino en 1959, que causó la huida al exilio del Dalai Lama.
En los días sucesivos, y pese a la represión de las fuerzas de seguridad, los monjes han continuado con sus protestas, aunque el Gobierno chino aseguró ayer que la situación estaba controlada y declinó explicar si se habían producido o no detenciones.
Según divulgó la organización "Campaña Internacional por el Tíbet", con sede en Washington, las tropas chinas han acordonado los tres principales monasterios de la ciudad. Por su parte, la emisora estadounidense Radio Free Asia ha dicho que dos monjes del monasterio de Drepung se intentaron suicidar y que en el de Ganden los monjes han comenzado una huelga de hambre para protestar contra el despliegue de la policía armada.