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Muñoz Molina considera "escandaloso" el silencio de la izquierda sobre Cuba

El escritor y periodista Antonio Muñoz Molina, que apoyó a UPD en las pasadas elecciones, calificó de "gran vergüenza" y "escandaloso" el silencio que los intelectuales de izquierdas de Occidente han guardado y siguen guardando sobre la represión en los regímenes comunistas como Cuba. Muñoz Molina presentó junto a Raúl Rivero el  informe "La Larga Primavera Negra de Cuba", elaborado por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).

El escritor y periodista Antonio Muñoz Molina, que apoyó a UPD en las pasadas elecciones, calificó de "gran vergüenza" y "escandaloso" el silencio que los intelectuales de izquierdas de Occidente han guardado y siguen guardando sobre la represión en los regímenes comunistas como Cuba. Muñoz Molina presentó junto a Raúl Rivero el  informe "La Larga Primavera Negra de Cuba", elaborado por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).
L D (EFE) El informe, que se dio a conocer en el quinto aniversario de la detención de 75 disidentes en la isla –29 de ellos periodistas–, cuenta con el respaldo de Muñoz Molina y de otros 11 intelectuales. Junto al autor español, expresaron su adhesión al informe del CPJ: Adam Michnik, Noam Chomsky, Sergio Ramírez, Tomás Eloy Martínez, Ariel Dorfman, Fernando Savater, Juan Goytisolo, Elena Poniatowska, Laura Esquivel, J.M. Coetzee y Laura Restrepo.

Para Muñoz Molina, "está bien que se lean nombres de escritores y periodistas que se solidarizan con la situación de estos periodistas perseguidos en Cuba, pero es escandaloso que sean tan pocos". "Una de las grandes vergüenzas de la clase intelectual, de la clase literaria y de la clase periodística europea y occidental ha sido la indiferencia, cuando no la hostilidad, hacia el sufrimiento de los perseguidos en los regímenes comunistas", afirmó.

El autor de "El invierno en Lisboa" o "El jinete polaco" denunció que todavía "se paga un precio muy alto en España, en Europa o en América Latina por decir que hay una represión brutal en esos países o por pedir que la gente en Cuba disfrute de los mismos derechos a la libertad de expresión que nosotros disfrutamos". "Ya va siendo hora de que nos quitemos los lugares comunes, las deudas, las coacciones, las justificaciones ideológicas de una tiranía . No hay ninguna razón que haga tolerable la tiranía. No hay ninguna justicia, ni ningún bien, ni ninguna rebeldía que justifique la persecución de una sola persona", argumentó.

Muñoz Molina consideró que los intelectuales "tenemos una deuda muy grande con la gente que ha sido perseguida y a la que no se ha escuchado", entre quienes incluyó a los escritores Guillermo Cabrera Infante y Reynaldo Arenas y al cineasta Néstor Almendros.

Comparó esta situación con lo que ocurrió a principios del siglo XX, cuando escritores de la talla de H.G.Wells o Bernard Shaw viajaban a la Unión Soviética y regresaban cantando loas a las políticas de colectivización que mataron a millones de personas. Y recordó al francés André Gide, de quien dijo que cuando viajó a la URSS en 1936 para asistir al funeral de Maxim Gorki "cometió el pecado de ver y de mirar, y de escribir cuando volvió 'Regreso de la URSS', un libro que fue su mayor desgracia en mucho tiempo". "Aún a principios de los 70 Pablo Neruda, en sus memorias, dedicaba unas líneas canallescas para poner en ridículo a Gide por atreverse a decir algo en contra de la URSS", añadió.
 



Rivero agradeció las palabras de Muñoz Molina y dijo que "durante muchos años hemos estado esperando esta sensibilidad", la de darse cuenta de que "el sueño alquilado de algunos que visitan Cuba una vez al año es la pesadilla diaria de 12 millones de personas".
 
el periodismo independiente cubano "está lejos de ser disuadido" pese a las continuas amenazas y a la "atroz" situación de los 20 periodistas que siguen encarcelados cinco años después de su detención durante la llamada "Primavera Negra".

En el informe "La Larga Primavera Negra de Cuba" del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) se señala que el periodismo independiente cubano "está lejos de ser disuadido" pese a las continuas amenazas y a la "atroz" situación de los al menos 20 periodistas que siguen encarcelados cinco años después de su detención durante la llamada "Primavera Negra". Un total de 29 de esos 75 detenidos a mediados de marzo de 2003 (cuando el mundo estaba pendiente de la invasión de Irak) eran periodistas, a los que se condenó a penas de entre 14 y 27 de años de cárcel.

Los delitos que se les imputaron, "tras juicios sumarísimos de un día", fueron los de "actuar contra la independencia o la integridad territorial del Estado" o de colaborar con medios extranjeros con el objetivo de "desestabilizar al país", se recuerda en el informe. "Cinco años después, 20 de esos periodistas siguen en la cárcel, junto con otros dos que fueron detenidos después de la embestida", dice el trabajo de la CPJ, que alerta de que todos ellos "viven en condiciones inhumanas que han afectado seriamente su salud". "Sufren problemas de salud que han surgido o empeorado durante los 5 años en la cárcel, según entrevistas del CPJ con familiares y amigos", dice el informe, que enumera el "rosario de miseria individual y crueldad gubernamental" ejercida contra estos presos.

Se detalla en el informe del Comité que "los periodistas están hacinados en pabellones enormes o hacinados en diminutas celdas sin ventilación" y que "el agua potable está contaminada con materia fecal y la comida está llena de gusanos". Pese a todo "un nutrido grupo de periodistas independientes sigue funcionando de manera similar a como lo hacía en 2003". La CPJ se apoya en fuentes locales para cifrar en un centenar el número de profesionales de la comunicación que trabajan en Cuba al margen de los circuitos del régimen, la mayoría en La Habana, que logran elaborar sus informaciones a pesar de no tener siquiera acceso a Internet, a un ordenador o a un teléfono móvil.

Se destaca también "la aparición de una generación de blogueros con vastos conocimientos tecnológicos", como Yoani Sánchez (32 años), que creó en abril de 2007 su blog, "Generación Y", desde el que describe sin censura sus observaciones cotidianas sobre Cuba. Para hacerlo, acude semanalmente a un café Internet en La Habana, donde tiene que trabajar muy rápido porque una hora de conexión a la red cuesta 160 pesos (6 dólares), que representa aproximadamente una tercera parte de un sueldo mensual medio en la isla.

Nueve de los 29 detenidos hace cinco años ya han sido excarcelados por diversas razones, en una decisión que el CPJ relaciona con el uso político que hace La Habana de las excarcelaciones con el propósito de obtener "concesiones internacionales".

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