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LES RETIRARON LA PATRIA POTESTAD DE SUS HIJOS

Los detenidos por la muerte de Mari Luz gozaban de total libertad pese a sus antecedentes por abuso de menores

 

 
L D (Agencias) El historial de los detenidos por la muerte de la pequeña Mari Luz no tiene desperdicio. Ambos fueron condenados por abusos sexuales de menores en 2002, en concreto de su propia hija de 5 años. En la sentencia, el juez consideró que los dos condenados padecían esquizofrenia paranoide, aunque reconocía que eran "plenamente conscientes" en el momento de los hechos. El hombre tenía una orden de alejamiento de una joven de Asturias con la que "chateo" por internet. Además, fue expulsado del mismo colegio en el que estudiaba Mari Luz donde cursaba educación de adultos por propasarse con las estudiantes.
 
El matrimonio detenido por su presunta implicación en la muerte de la pequeña Mari Luz Cortés había sido condenado en 2002 en Sevilla por abusar sexualmente de su hija de 5 años, delito del que culparon a un profesor del colegio de la niña y por el que reclamaron 60.100 euros. El detenido, S.V.G., fue condenado a dos años y nueve meses de cárcel por un delito de abuso sexual continuado, en una sentencia confirmada en 2006 por la Audiencia de Sevilla.
 
Según los hechos que dicha sentencia consideró probados, los abusos comenzaron en la primavera de 1998, cuando S.V.G. hizo tocamientos en los genitales a su hija y la obligó a masturbarle, en unos hechos de los que tenía "pleno conocimiento" la madre y también condenada, I.G.R. En enero de 1999 el padre acudió al Juzgado de Guardia de Sevilla y denunció los abusos pero culpó de ellos a un profesor de gimnasia de su hija en el colegio público Almutamid de Sevilla, que como consecuencia de ello estuvo imputado durante un año y medio.
 
Al mismo tiempo acudió a Canal Sur Televisión, que emitió en dos informativos una entrevista con S.V.G., en la que pedía una indemnización de diez millones de pesetas (60.100 euros) a la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía.
 
En su sentencia, el juez consideró que los dos condenados padecían esquizofrenia paranoide, con una minusvalía del 75 por ciento en el caso de S.V.G., y del 65 por ciento su esposa, pero en el momento de cometer los hechos no sufrían ningún brote que "alterara su capacidad de entender y querer".
 
El matrimonio, residente entonces en la barriada marginal de las Tres Mil Viviendas de Sevilla, fue condenado además a seis años de retirada de la patria potestad sobre sus dos hijos, una niña que ahora tiene 15 años y su hermano de 9, que en la actualidad están tutelados por la Junta y en acogimiento con otra familia.
 
Además de los abusos sexuales, S.V.G. fue condenado en 2003 por otro delito de denuncia falsa al imputar al profesor, ocasión en la que el juez le impuso un año de internamiento en un centro psiquiátrico porque consideró que cuando ocurrieron los hechos (la denuncia falsa) estaba en una situación de descompensación de la esquizofrenia paranoide que sufría. Según la sentencia a la que entonces tuvo acceso Efe, tal descompensación "anulaba totalmente sus facultades cognoscitivas y volitivas".
 
También tiene una orden de alejamiento de una menor
 
Por otra parte, el hombre detenido este miércoles en Cuenca tenía una orden de alejamiento de una estudiante de un instituto de Gijón con la que chateó por internet durante un tiempo, según confirmaron a Europa Press fuentes de la investigación. Según estas fuentes, S.V.G., de 52 años, mantuvo a través de internet una relación con la joven asturiana que fue denunciada en la Comisaría de Gijón por la madre de ésta. La mujer tuvo conocimiento de la relación que su hija mantenía en un chat con un individuo que "resultó ser el detenido" en Cuenca.
 
El hombre suspendió, por aquel entonces, la relación con la joven pero a raíz de una investigación fue identificado. Tras su reconocimiento fue presentada una denuncia como consecuencia de la cual se dictó una orden de alejamiento.
 
Antes de la aparición del cuerpo de la pequeña a principios del mes de marzo, una llamada anónima realizada desde Asturias alertó a los padres de que la niña podría estar en el Principado, según relató entonces a Europa Press el padre de Mari Luz. Hasta la comunidad autónoma se desplazaron infructuosamente el abuelo y un tío de la menor. Unos días después el cuerpo de Mari Luz fue hallado en la Ría de Huelva.
 
La mujer ha quedado en libertad con cargos
 
Además del matrimonio ha sido detenida la hermana de S.V.G. aunque su mujer ya ha quedado en libertad con cargos a la espera de la celebración del juicio. Así lo han indicado fuentes de la investigación, que han explicado que tanto el presunto autor material de los hechos, Santiago Del Valle García, como su hermana se encuentran detenidos en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Cuenca, mientras que su esposa ha quedado en libertad con cargos. Los tres serán trasladados en las próximas horas a Huelva, donde el Juzgado de Instrucción número 1 instruye el caso bajo secreto de sumario.
 
La vecina del piso de arriba donde residía el matrimonio aseguró que "sólo llevaban unos dos meses en el barrio" de El Torrejón, en la capital onubense. En declaraciones a los periodistas, la vecina aseguró que los dos detenidos "no eran gitanos, pero sí eran gente muy rara y muy desagradable" y que "vivían en la casa que siempre había sido de los padres de él, ya fallecidos, junto a una hermana del detenido que siempre había estado allí", pero afirmó que la gente del bloque "no sabía nada del pasado de este hombre porque no lo hubiera dejado entrar".
 
La familia sospechaba de los detenidos
 
Esta vecina, Pepi, relató cómo horas después de la desaparición de Mari luz, el tío de la pequeña, Diego Cortés, "entró en el portal y llamó a la puerta del matrimonio y, al no abrirle, echó la puerta abajo", testimonio que coincide con el que ya hizo el propio Diego Cortés, que justificó su acción asegurando que la familia "sabía que tenía antecedentes de pederastia, que la Junta le había retirado la custodia de sus hijos por abusar de su hija con el consentimiento de la mujer y que, por ello, había estado en la cárcel de Sevilla".
 
La familia sospechó de este matrimonio desde un principio por sus antecedentes, lo que llevó a la Policía a tomarle declaración en Granada, ciudad a la que se fue al día siguiente de la desaparición de Mari Luz, aunque la familia de la pequeña –cuando ésta aún no había aparecido muerta– sostenía que "se debía investigar más, incluso si habían cogido un autobús en el momento de la desaparición de la niña, como el matrimonio había comentado a algún vecino".
 
Los familiares de Mari Luz relataban entonces que los dos detenidos "estaban jubilados y tenían una tarjeta del autobús como tal porque presentaban alguna minusvalía 'mental'", incluso insistían en que, "si estaban en el autobús que decían, cualquiera los podría identificar porque era gente que no pasaba desapercibida, y así se podría descartar su implicación en los hechos".
 
Entonces, aunque la familia mantenía abierta "todas las hipótesis", confiaba en la que la Policía "mantuviese vigilado a este matrimonio", puesto que conocían que, "después de Sevilla, habían escapado hacia Asturias, donde cometieron otro delito –del que no quisieron dar detalles porque era muy grave– y volvieron a Huelva".

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