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TENÍA DOS CONDENAS POR PEDERASTIA SIN CUMPLIR

La Justicia investiga ahora el caos judicial que dejó en libertad al presunto asesino de Mari Luz

El CGPJ centra su investigación en el juez de lo penal número 1 de Sevilla, Rafael Tirado, que no ejecutó la sentencia contra el presunto asesino de Mari Luz por los abusos sexuales infligidos a su propia hija. La Fiscalía de Sevilla amplía la investigación al juzgado número 4 por la misma razón y el mismo delito pero contra otra niña. Dos condenas. Además, este jueves se dieron hasta tres versiones sobre si el pederasta tenía o no una orden de búsqueda y captura. Interior, Delegación del Gobierno y la Jefatura de la Policía en Andalucía no se ponían de acuerdo. Finalmente, Interior lo negó taxativamente. El delegado, López Garzón, pide ahora "que se deje actuar a la Justicia con tiempo".

El CGPJ centra su investigación en el juez de lo penal número 1 de Sevilla, Rafael Tirado, que no ejecutó la sentencia contra el presunto asesino de Mari Luz por los abusos sexuales infligidos a su propia hija. La Fiscalía de Sevilla amplía la investigación al juzgado número 4 por la misma razón y el mismo delito pero contra otra niña. Dos condenas. Además, este jueves se dieron hasta tres versiones sobre si el pederasta tenía o no una orden de búsqueda y captura. Interior, Delegación del Gobierno y la Jefatura de la Policía en Andalucía no se ponían de acuerdo. Finalmente, Interior lo negó taxativamente. El delegado, López Garzón, pide ahora "que se deje actuar a la Justicia con tiempo".
(Libertad Digital) El caso de la pequeña Mari Luz está rodeado de contradicciones y posibles negligencias. Tanto, que la Fiscalía de Sevilla ha pedido ahora que se ponga en marcha una investigación para conocer las razones por las cuales el presunto asesino de la niña onubense no cumplió dos sentencias dictadas por dos juzgados de Sevilla por pederastia. También el CGPJ ha ordenado este jueves la apertura de un procedimiento de información previa, en concreto sobre la actuación del juez Rafael Tirado Márquez, titular del juzgado de lo Penal número 1 de Sevilla.
 
Santiago Del Valle, con el conocimiento y consentimiento de su mujer, había abusado sexualmente de su hija de cinco años. En 2002, Del Valle fue condenado por el juzgado Penal número 1 de lo Penal a dos años y nueve meses de cárcel por un delito de abuso sexual continuado, en una sentencia ratificada tres años después por la Audiencia de Sevilla. Este mismo juzgado se opuso en marzo de 2006 a la suspensión de la condena, solicitada por el propio acusado, y en la misma resolución daba orden  de "averiguación del paradero", según señalaron fuentes jurídicas a Europa Press.
 
Por su parte, el juzgado de lo Penal número 4 de Sevilla condenó el 13 de diciembre de 2004 a Santiago del Valle a dos años de prisión por abusar de una menor de nueve años, si bien la ejecución de la sentencia, tal y como cuenta Europa Press, fue suspendida con la condición de que dicho individuo no cometiera delito alguno en tres años.
 
Contradicciones entre la Justicia, Policía y Gobierno
 
Santiago del Valle, a pesar de tener pendientes de cumplir dos condenas que suman cuatro años y nueve meses de cárcel no ha pasado ni un solo día en prisión. Fuentes jurídicas señalaron a Europa Press que el juez ordenó la "averiguación de paradero" en 2006, medida distinta a la de dictar una orden de búsqueda y captura.
 
Es en este punto donde se suceden las contradicciones. El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, ha asegurado, en rueda de prensa, que a la Policía Nacional "no le consta que haya ni hubiera habido durante la investigación del caso Mari Luz" una orden de búsqueda y captura, por lo que, continuó, "como no había ninguna prueba objetiva en relación al caso Mari Luz, se le dejó en libertad". Sin embargo, el Jefe Superior de la Policía en Andalucía Occidental, Enrique Álvarez Riestra, ha precisado, en esa misma rueda de prensa, que la última [orden de búsqueda y captura] que se conocía era de 3 de abril de 2007 y que se cumplió pues el ahora detenido también pasó a disposición judicial.
 
Sin embargo, este jueves a última hora de la noche la Dirección Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil aseguró que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado jamás recibieron una orden de averiguación del paradero de Santiago Del Valle, desmintiendo pues a las fuentes jurídicas que afirmaban este punto. Tampoco "recibieron una orden de busca y captura" contra él, afirma la Dirección dirigida por Mesquida.
 
La investigación comenzó al día siguiente de la desaparición de Mari Luz
 
El Jefe Superior de la Policía, Álvarez Riestra, indicó que la investigación en sí comenzó al día siguiente cuando, al ir hasta el barrio y comprobar que, según su hermana, Santiago del Valle había partido a las 7.00 horas de la mañana a Sevilla, por lo que "se convirtió en sospechoso" y a la noche siguiente se le localizó en Granada sacando un billete para Madrid.
 
Entonces se le tomó la primera declaración, que "fue esencial para la averiguación final, ya que tenía contradicciones con la realizada en la primera noche, en la cual ya de por sí también las había con su mujer", aunque lamentó que "no había pruebas objetivas contra esta alimaña social, de forma que, para evitar cualquier error, se introdujo un sistema para determinar su paradero en todo momento".
 
Traslados del detenido
 
En este sentido, indicó que Santiago del Valle viajó hasta Madrid al día siguiente de quedar en libertad en Granada, desde donde se dirigió a Sagunto y Utiel (Valencia) antes de llegar a Pajaroncillo (Cuenca), donde permanecía desde hace más de un mes y fue detenido el pasado martes, tras haber estado "localizado en todo momento".
 
López Garzón, que no quiso entrar en los contenidos de las declaraciones que del Valle realizó ante la Policía, precisó que la diferencia entre la de Granada y la de Cuenca es que el imputado "confesó su implicación en el caso, a raíz de las indagaciones realizadas por la Policía", al tiempo que el comisario provincial apuntó que la jueza "cuenta ya con el informe previo de la autopsia oficial".
 
Precisamente el comisario provincial de Huelva Miguel Rodríguez destacó que, una vez que la búsqueda se realizó por escombros y vertederos y se pidió la colaboración de la Universidad de Huelva sin resultado, se desechó la posibilidad de encontrar con vida a Mari Luz" y añadió que, de forma paralela "la investigación trataba de esclarecer unos hechos con mucha dificultad", incluso citó que "se llegó a detener a un individuo que se hizo pasar por el presunto secuestrador y pedía a la familia una suma de dinero". Así, indicó que, una vez reconstruida toda la historia, "se llegó a la conclusión de que no había otra pista más fiable que la de la implicación del ahora detenido".
 
El delegado del Gobierno: "Hay que dejar actuar a la Justicia con tiempo"
 
Por si no han sucedido ya bastantes desgracias debidas a dilaciones y errores, el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, hizo un llamamiento a la tranquilidad y al sosiego tras los altercados registrados a las puertas de la Audiencia de Huelva a la llegada del presunto autor de la muerte de Mari Luz Cortés y pidió que se deje actuar a la Justicia. "Hay que dejar actuar a la Justicia con tiempo, porque tengan la certeza que se hará justicia", dijo el delegado a los que lloran la muerte de Mari Luz.
 
La mujer, también condenada por abusos sexuales
 
El juez explica que la participación de la mujer en los abusos sexuales de su hija es "clara", ya que "no sólo se realizan los actos lúbricos sobre su hija menor en su presencia, sino que no realiza ningún acto para evitarlos, contribuyendo a imputar los mismos, falsamente, a otra persona" y a pesar de que en alguna ocasión le dijo al acusado que no le hiciera eso a su hija, "lo consintió" y "nunca hizo nada para impedirlos".
 
Dice el fallo que el padre, al cometer los abusos, actuó en todo momento, con la "clara intención libidinosa, con la colaboración de su esposa, perpetrando los actos preferentemente por la noche y en el dormitorio conyugal, en un ataque frontal, directo, consciente y premeditado, en claro menosprecio de la sexualidad e intimidad de su hija, sin importarle el daño que pudiera causarle, dado el nulo respeto que siente hacia su desarrollo personal y la carencia absoluta de preparación para la educación y formación de sus hijos".
 
Los hechos que el juez declara probados se remontan a la primavera de 1998 cuando S.V.G., "con el propósito de satisfacer sus apetitos lascivos y en el seno del domicilio familiar", comenzó a efectuar tocamientos en los genitales de su hija menor de edad, por entonces de sólo cinco años, y eligiendo preferentemente la noche para los abusos.
 
Sin embargo, el 26 de enero de 1999 el padre presentó en los juzgados de Sevilla una denuncia sobre los abusos sufridos por la menor, alterando las fechas de inicio, situándolos a comienzo del curso escolar y atribuyendo la autoría al profesor de gimnasia del colegio donde la niña cursaba preescolar.
 
El fallo aplicó a Santiago del Valle la atenuante de trastorno mental, debido a su esquizofrenia paranoide, y le condenó a dos años y nueve meses de cárcel por un delito continuado de abuso sexual y otro de falsedad documental, así como al pago de una multa de 216 euros.
 
Condenado a dos años por abusar de una niña de nueve años
 
La otra sentencia dictada por el juzgado Penal 4 de Sevilla, aquella que condenó a dos años de cárcel a Santiago del Valle por abusar de una menor de nueve años, se dictó en diciembre de 2004. En este caso, los abusos ocurrieron el 19 de julio de 2003, cuando el acusado siguió a la niña cuando entró en el portal de su casa, la arrinconó en los bajos y allí le hizo tocamientos libidinosos en el trasero y le besó en las mejillas.

El acusado -que reconoció los hechos y aceptó la condena de dos años de cárcel- desistió de su actitud cuando entró otra vecina en el portal. Concluye la sentencia que la niña se quedó llorando, mientras que S.V.G. "se dio a la fuga tranquilamente", tras apoderarse de las bolsas de la compra que antes portaba la menor.

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