(Libertad Digital) Continúan las filtraciones sobre el futuro Ejecutivo socialista, pese al secretismo ordenado por Rodríguez Zapatero. Según publica este jueves el rotativo de Pedro J. Ramírez, citando fuentes socialistas, Magdalena Álvarez tiene muchas papeletas de continuar en el Gobierno gracias al "empeño personal" de Manuel Chaves, presidente de la Junta de Andalucía.
Estas mismas fuentes dan por hecho que Miguel Ángel Moratinos continuará en su puesto como máximo responsable de la diplomacia española. También repetirá Alfredo Pérez Rubalcaba, pese a que el socialista ha dicho que se está pensando su futuro político. Elena Espinosa, en Agricultura, y Mercedes Cabrera, en Educación, también continuarán en sus respectivos puestos pese a sus criticadas gestiones.
Carme Chacón también seguirá en el Ejecutivo, aunque no en Vivienda sino en un puesto de mucha más relevancia. Tampoco se duda de que César Antonio Molina continúe como ministro de Cultura.
La sorpresa del nuevo Gobierno vendrá de la mano de Elena Salgado, que pasará a ser responsable del ministerio de Defensa. Según fuentes del PSOE, su nombre no disgusta en la cúpula militar, que sabe desde hace semanas que una mujer estará al frente del departamento.
Los posibles nuevos rostros del Ejecutivo
El diario El Mundo habla, al menos, de cuatro caras nuevas en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que será anunciado este sábado. El nombre de Miguel Sebastián ha sonado con fuerza desde el primer momento: será responsable del nuevo ministerio de innovación y empresa.
Otros nombres que Zapatero baraja a esta hora son Celestino Corbacho (del PSC), Consuelo Rumí (secretaria de Estado de Inmigración) y José Enrique Serrano, aunque no parece que este último que se vaya a convertir en ministro de la Presidencia.
Caldera, Narbona y Bermejo no las tienen todas consigo
Por su parte, en la cuerda floja se encuentran Jesús Caldera, Cristina Narbona y Mariano Fernández Bermejo. De este último pesa su nefasta gestión al cargo del ministerio de Justicia. La crisis en los juzgados, que los ha llevado al colapso, y su despotismo empiezan a no gustar en Moncloa. Las quinielas también sitúan fuera del Ejecutivo a los actuales responsables de Trabajo y Asuntos Sociales y Medio Ambiente.