(LD. R. C) En el paper titulado ¿Alguien sabe por qué nuestras tropas permanecen en Kosovo? Florentino Portero abunda en uno de los aspectos en los que no se ha querido profundizar ni en las tertulias políticas ni en ciertos medios de comunicación: la ilegalidad de la declaración de independencia de la aún provincia Serbia y del reconocimiento por parte de las grandes potencias (EEUU, Inglaterra o Francia).
En el análisis de Papeles FAES, el analista del Grupo de Estudios Estratégicos insiste en la violación de la Resolución 1244 aprobada en 1999 tras la intervención militar de la OTAN. “(...) Hemos pasado de actuar bajo el paraguas de una resolución del Consejo de Seguridad a hacerlo en contra de esa Resolución. No es que no tengamos amparo jurídico, es que lo estamos violando”.
La permanencia de las tropas españolas en las provincia Serbia no se ajusta a derecho pero tampoco a la decisión política tomada por el Gobierno socialista de no reconocer la independencia de Kosovo. La “incoherente” postura de Zapatero y, por tanto, “indenfendible”, dice Portero, se entiende desde una perspectiva del interés cortoplacista.
Pese a haber “asumido las tesis nacionalistas” con “indudable éxito” electoral, el presidente socialista es consciente -valora el secretario general del foro estratégico español- de que un Kosovo soberano “ponía en peligro su control sobre sus propios aliados políticos”, los secesionistas vascos y catalanes. De ahí su “no”.
Llegados a este punto, Florentino Portero señala que la levedad de la política del talante y de lo inmediato que ha llevado a España a un aislamiento internacional (con foto incluida, la de Bucarest) es también la que impide que el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero actúe en coherencia con su posición política y retire las tropas españolas de Kosovo.