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El Gobierno marroquí sigue buscando a nueve presos islamistas fugados de una cárcel de Rabat

Nueve presos islamistas, siete de ellos condenados por los atentados de Casablanca en mayo de 2003, se fugaron este lunes a primera hora de la prisión de Kenitra, la mayor del país, situada a 40 km de Rabat. La fuga se produjo al más puro estilo hollywodiense, excavando a lo largo de 5 meses un túnel de 25 metros que pasaba por debajo del muro de la prisión.

Nueve presos islamistas, siete de ellos condenados por los atentados de Casablanca en mayo de 2003, se fugaron este lunes a primera hora de la prisión de Kenitra, la mayor del país, situada a 40 km de Rabat. La fuga se produjo al más puro estilo hollywodiense, excavando a lo largo de 5 meses un túnel de 25 metros que pasaba por debajo del muro de la prisión.
L D (Luis del Pino) Aunque todavía hay bastante confusión en cuanto a sus identidades, parece ser que los nueve fugados, casi todos ellos originarios de Casablanca, son:
 
  • Abdelhadi Dahbi (o Eddahbi), de 50 años, sobre el que pesaba una condena de muerte desde abril de 2003 por el asesinato de un policía, cometido el año anterior en el barrio de Sidi Maarouf de Casablanca.
  • Hamou Hassani, sobre el que pesaba una condena a muerte desde 2005 por actividades terroristas.
  • Abdellah Boughmir, alias Abou Hafs, condenado a cadena perpetua en agosto de 2003 por el asesinato de una turista francesa el 27 de junio de ese año en Agadir.
  • Hicham Alami, de 32 años, condenado a cadena perpetua en agosto de 2003 por su relación con los atentados de Agadir y Casablanca.
  • Mohamed Mahim, de 27 años, también condenado a cadena perpetua por su relación con los atentados de Casablanca.
  • Kamal Chabli (25 años),  su hermano Mohammed Chabli (35 años), Tarik Yakiaoui y Mohammed Chadili, condenados a 20 años.
 
Excepto Hassani, a quien se encuadra en el movimiento "Al Hijra Wa Takfir", el resto de los fugados pertenecen a la organización Salafia Al Jihadia. Siete de ellos habían sido condenados por participar en la organización de los atentados del 16 de mayo de 2003 en Casablanca, cuando se produjeron cinco ataques suicidas contra otros tantos objetivos, entre ellos un hotel de cinco estrellas, un centro judío y dos restaurantes, uno de los cuales era la Casa de España. En aquellos ataques murieron 45 personas, entre ellos los 12 suicidas. Cuatro de los muertos eran españoles.
 
El cerebro de la fuga, según las primeras informaciones, sería Abdelhadi Dahbi. Los nueve islamistas se encontraban internados en dos celdas contiguas en la sección A-46 de la cárcel. Se fugaron excavando una galería de 25 m de largo y 1 m de ancho que iba desde sus celdas hasta el jardín del propio director del centro penitenciario, situado al otro lado del muro de la prisión.
 
Se calcula que tardaron cinco meses en excavar la galería, a lo largo de los cuales tuvieron que irse deshaciendo disimuladamente de las decenas de metros cúbicos de tierra que forzosamente hubieron de extraer durante el trabajo de excavación.
 
La fuga se produjo el pasado lunes 7 de abril después de los rezos del alba (a las 5:30 de la mañana) y fue detectada esa misma mañana, al realizarse una inspección. Los fugado, dejaron escrita en la pared de su celda una declaración en la que afirmaban ser víctimas de una condena injusta y que habían decidido fugarse después de agotar en vano todos los recursos legales. "Asumimos la responsabilidad absoluta de nuestras acciones. No busquéis cómplices entre los presos ni entre los funcionarios de la prisión".
 
A este respecto, no se tiene constancia de que contaran con la complicidad de ningún funcionario de la prisión, aunque hay que recordar que el pasado enero ocho guardias de la prisión de Kenitra fueron juzgados y condenados en relación con la fuga, el 7 de diciembre de 2007, de un capo de la droga marroquí, Mohamed Ouazzani alias El Nene, originario de Ceuta. El ministro de justicia marroquí no fue informado de la fuga de Ouazzani hasta una semana después de haberse producido.
 
Las autoridades marroquíes han establecido controles y reforzado las medidas de seguridad en la entrada de las grandes ciudades del país, en la frontera con Argelia y toda la región oriental, así como en Ceuta y Melilla. Sin embargo, las autoridades marroquíes creen que los fugados se esconden en algún barrio del extrarradio de Casablanca. El padre de dos de los fugados, Kamal y Mohamed Chabli, fue arrestado el propio lunes por la Policía marroquí, según denunció su hija.
 
En Marruecos hay unos 900 islamistas presos, repartidos entre 11 prisiones. Esos presos islamistas han iniciado una huelga de hambre también el lunes en solidaridad con los internos de las cárceles de Okacha (próxima a Casablanca), Berrechid (a 130 km al sur de Rabat) y Mohammedia (a 80 km al sur de Rabat), que comenzaron una huelga de hambre hace tres semanas, para protestar por sus condiciones de internamiento.

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