L D (Agencias) El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, ha pedido "segregar" el acuerdo entre la Generalidad de Cataluña y el Gobierno central para abastecer de agua al área metropolitana de Barcelona del debate sobre los trasvases.
En declaraciones a TVE recogidas por Efe, Corbacho se refería así a las críticas del presidente valenciano, Francisco Camps, sobre el acuerdo que sellarán hoy la Generalitat y el Gobierno para la prolongación del trasvase del Ebro a Tarragona hacia Barcelona y sus "aportaciones puntuales de agua".
El ministro ha rechazado que ese acuerdo suponga una humillación para los valencianos como ha dicho Camps y ha considerado que "sería una humillación si hiciéramos un trasvase en toda regla del Ebro al área metropolitana". Ha dicho que el trasvase del Ebro a Tarragona está ya hecho y ha apuntado que un porcentaje de agua de esa infraestructura se está vertiendo directamente al mar.
Corbacho ha subrayado que la ciudad de Barcelona se encuentra en una situación de emergencia y ha considerado que sería "una contradicción ver venir un barco de Almería y cuando pase por delante de Tarragona, ver un agua sobrante cayendo al mar".
"Cuando hay una situación de emergencia hay que darle respuestas de emergencia y eso hay que segregarlo del debate sobre qué debe hacerse con las infraestructuras en los próximos años para que el área metropolitana de Barcelona no tenga que depender de los ciclos de sequía", ha dicho.
El nuevo titular de Trabajo e Inmigración ha insistido en que la fórmula que se ha acordado es diferente a un trasvase y ha pedido abordar el tema con rigor.
El diputado del PP por Valencia Esteban González Pons afirmó hoy que "parece" que en España hay dos categorías de ciudadanos: por una parte, "los españoles ricos e influyentes en el Gobierno de Zapatero", a los que, dijo, "se les puede llevar agua"; y por otra, los que "no somos amigos del presidente bonito, y por lo tanto, aunque necesitemos agua siempre hay una excusa para no dárnosla".
Por ello, González Pons cree que el jefe del Ejecutivo comienza la nueva legislatura "otra vez siendo fuerte con los débiles" y "muy débil con los fuertes". Asimismo, según resaltó en declaraciones a Onda Cero recogidas por Europa Press, su partido no rechaza que se destine agua del Ebro a Barcelona, sino que defiende que también se lleve a la Comunidad Valenciana, Murcia y Almería, puesto que tienen "el mismo derecho". "Todos tenemos la misma sed", remachó.
De esta forma, el diputado popular tildó de "injusticia" que Cataluña, y en concreto la Ciudad Condal, reciba "agua limpia", y por su parte, a los murcianos, valencianos y almerienses les vayan a construir "ni más ni menos que 26 desaladoras de agua sucia". A su juicio, tales desaladoras son una especie de "centrales nucleares debajo del agua".
Argumento "peregrino" de Fernández de la Vega
En concreto, González Pons se refirió a las declaraciones de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien aseguró este lunes que el problema del abastecimiento de agua al área metropolitana a partir de otoño, si persiste la sequía, se solucionará "sin ningún tipo de trasvase". En este sentido, el popular dijo que "el argumento más peregrino que ha oído a la supuestamente valenciana Fernández de la Vega" ha sido decir "que éste no es un trasvase, sino un traslado de agua".
"Es como el que entra a un banco con una bolsa y dice esto no es un robo, esto es un traslado de parné", señaló. Además, agregó que la actual situación de sequía que vive Barcelona "no es una cuestión de estos meses", sino que, a su juicio, persistirá durante "mucho tiempo".
Por ello, se sumó a las palabras del presidente de la Generalidad valenciana Francisco Camps, y calificó un posible trasvase de "humillación". "Durante cuatro años se nos dejó sin trasvase del Ebro con el argumento de que era un río del cual no se podía sacar ni una gota de agua, y ahora, cuando en lugar de ser gente de la Comunidad Valenciana, Murcia o Andalucía es gente de Cataluña, resulta que del Ebro si se puede sacar agua", indicó.
De este modo, remató su intervención afirmando: "Es muy injusto y estamos muy enfadados, no vale que nos den una excusa que sirve para nosotros y no para otros". "Los españoles o somos iguales o no somos españoles", sentenció.