LD (EFE) El herido no se percató durante horas del cuchillo de cocina clavado en la espalda sino que sólo sintió pequeñas molestias. De este modo, el cirujano que le operó aseguró que "el mango del cuchillo sobresalía de la espalda cuando ingresamos al paciente. Se trata de un cuchillo de cocina de 15 centímetros de longitud. Traspasó tejidos blandos, pero afortunadamente no afectó ninguno de los órganos vitales.
Según el médico, el paciente, Yuri Lialin "se sintió incómodo al acostarse, pero aun así no reparó en el cuchillo". Al parecer, fue un vigilante de seguridad y compañero de trabajo de la víctima quien le clavó el cuchillo.
Lialin contó que habían pasado la tarde bebiendo en la garita de vigilancia y en algún momento llegaron a las manos. A la mañana siguiente, la víctima amaneció con una espectacular resaca, decidió ausentarse del trabajo y tomó un autobús hasta su casa, donde desayunó y se acostó a dormir la borrachera.
Fue la mujer de Lialin, pasadas unas horas, la que descubrió el extraño objeto que sobresalía de entre los omoplatos de su marido. "Vi brillar algo metálico que me recordó una horquilla", dijo luego la mujer. El agresor se presentó voluntariamente a la policía y la víctima se encuentra en perfecto estado de salud por lo que no tiene intención de presentar denuncia.
Fue la mujer de Lialin, pasadas unas horas, la que descubrió el extraño objeto que sobresalía de entre los omoplatos de su marido. "Vi brillar algo metálico que me recordó una horquilla", dijo luego la mujer. El agresor se presentó voluntariamente a la policía y la víctima se encuentra en perfecto estado de salud por lo que no tiene intención de presentar denuncia.