(Libertad Digital) El secretario de organización del PSOE ha utilizado la crisis interna del PP para poner en entredicho su labor como Oposición. En este sentido, ha acusado a los populares de estar centrados en una "pelea interna" y no haciendo frente "a los problemas reales de los españoles". En oposición, ha presentado a un Rodríguez Zapatero que cumple "con sus compromisos electorales", pese a la galopante crisis económica y al polémico trasvase del Ebro.
En su intervención semanal desde la sede socialista de Ferraz, Blanco ha espetado que "no existe" debate ideológico "de contenido" en el Partido Popular y ha acusado a Rajoy y a Aguirre de ser rostros "del pasado". "No es un debate ideológico, yo incluso tengo dudas de que sea realmente un debate", ha aseverado.
En este sentido, ha considerado que es una "expresión descomunal de autoritarismo" que el líder del PP, Mariano Rajoy, haya dicho "el que no esté conmigo, que se marche", y se ha atrevido a aconsejar al PP que recurra a la democracia para "encontrar su camino".
A pesar de decir que "no quería inmiscuirse en el debate interno" del principal partido de la oposición, ha estimado que las palabras de Rajoy muestran "una concepción perversa de la democracia" y refleja los "rasgos de autoritarismo claros" que tiene.
Tras lamentar la falta de un debate ideológico en el seno del PP, "concentrado en una pelea interna por el poder", ha manifestado que tanto Rajoy como la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, "son dos soluciones del pasado", lo que augura que el Congreso de junio no significará para ese partido el final de un debate, "sino el comienzo de más dudas".
A pesar de decir que "no quería inmiscuirse en el debate interno" del principal partido de la oposición, ha estimado que las palabras de Rajoy muestran "una concepción perversa de la democracia" y refleja los "rasgos de autoritarismo claros" que tiene.
Tras lamentar la falta de un debate ideológico en el seno del PP, "concentrado en una pelea interna por el poder", ha manifestado que tanto Rajoy como la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, "son dos soluciones del pasado", lo que augura que el Congreso de junio no significará para ese partido el final de un debate, "sino el comienzo de más dudas".