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Fritzl viajó dos veces de vacaciones a Tailandia y dejó solos a sus hijos en el sótano

 

El sótano del terror

 
LD (Agencias) Según los últimos datos, el "carcelero de Amstetten" viajó al menos dos veces a Tailandia de vacaciones y dejó a Elisabeth sola durante semanas en un zulo subterráneo con tres de sus hijos. Además, las autoridades investigan si construyó un dispositivo en el zulo para que se llenara de gas en caso de que "le pasara algo". Su cuñada, Christine R., ha informado que "todas las mañanas a las 9.00 Josef bajaba al sótano, supuestamente para dibujar unos planos" y recordó que Fritzl fue encarcelado por la violación de una mujer "y eso cuando ya tenía cuatro hijos con mi hermana".
 
Así se deduce de las declaraciones de un amigo suyo alemán que le conocía desde 1973 y que le acompañó dos veces a Tailandia, informó el diario germano Bild Zeitung en su página de Internet. El jubilado Paul H. cuenta que desde entonces también estuvo en la casa de Fritzl en Amstetten, a 130 kilómetros al oeste de Viena, tres veces, la última vez en 2005, cuando se sentaron en la terraza, y notó que a los otros tres niños tenidos con su hija, que había adoptado el matrimonio, no les era permitido ir al sótano.
 
El amigo alemán recuerda que viajó con Fritzl a Bangkok y después a la playa de Pattaya, aunque éste fue solo, porque su esposa, como relató, tenía que ocuparse de los niños. Según el diario gratuito austríaco Heute, los investigadores del más horrible caso de abuso e incesto conocido en la historia de Austria, han centrado las pesquisas en un viaje de Fritzl a Pattaya, una playa conocida por la abundante oferta de sexo, entre el 6 de enero y el 3 de febrero de 1998.
 
Gas "por si pasaba algo"
 
Las autoridades austríacas investigan ahora si Josef Fritzl construyó un dispositivo para que el zulo donde mantenía encerrada a su hija y tres hijos-nietos en la localidad de Amstetten se llenara de gas en caso de que a él "le pasara algo".
 
Así lo informó el portavoz policial Helmut Greiner, tras señalar que, aparentemente, Fritzl había advertido a su hija Elisabeth que si a él le "ocurría algo", la vivienda subterránea se llenaría de gas. Los investigadores deducen que esa amenaza explicaría en parte por qué los prisioneros de Josef, Elisabeth y tres de los siete hijos que tuvo con él, nunca intentaron atacar a su "carcelero" para liberarse.
 
Por otro lado, el septuagenario detenido y acusado del más grave caso de secuestro, abuso e incesto conocido en Austria, declaró que había instalado un temporizador en la puerta de acero de 300 kilogramos para que se abriera en caso de que el mecanismo de apertura no fuera utilizado durante un cierto tiempo.
 
La cuñada de Fritzl, Christine R., ha asegurado que éste pasaba todos los días horas en el sótano de su casa. De este modo, en una entrevista en el diario Österreich, ha subrayado que "todas las mañanas a las 9.00 Josef bajaba al sótano, supuestamente para dibujar unos planos para unas máquinas que quería vender".
 
En este sentido, Christine dijo que "a veces también pasaba toda la noche allí. Ahora sabemos porqué". En unas declaraciones muy críticas con Josef Fritzl dijo que éste humilló a su hermana durante los 51 años de matrimonio y que siempre maltrató a sus hijos. "Mi hermana se casó con Josef cuando tenía 17 años, no tenía formación ni profesión, y eso él lo aprovechó de forma brutal durante 51 años", relató la mujer. "Josef era déspota, siempre lo he odiado", agregó y recuerda que hace 40 años el esposo de su hermana fue encarcelado por la violación de una mujer en Linz, "y eso cuando ya tenía cuatro hijos con mi hermana".
 
La Policía recoge información del entorno de Fritzl
 
La Policía austriaca llamó este miércoles a una centena de personas que podrían ayudar a esclarecer los detalles del caso de Josef Fritzl. El detective Franz Polzer pidió la ayuda de todos los que hayan vivido en el barrio del pequeño pueblo de Amstetten, donde se encontraba el sótano en el que Fritzl encarceló a su hija Elisabeth en 1984. "Pregunto si quizás alguno de ellos puede haber visto algo digno de destacar que en el momento le haya parecido insignificante", dijó.
 
El  detective subrayó que "pueden estar seguros de que este hombre no dejó ningún cabo sin atar con el fin de engañar a su familia, a su esposa, a sus parientes, a los niños y a todo el mundo que le rodeaba y añadió que Friztl "no tuvo escrúpulos a la hora de usar todos los medios posibles para engañar al público y encubrir su crimen".

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