LD (Pedro de Tena) Otros datos relevantes expresados en su preámbulo y conclusiones, son los siguientes:
a) Todavía en 2005 se da en Andalucía un porcentaje de hogares situados por debajo del umbral de la pobreza de uno de cada tres frente a uno de cada cinco a nivel nacional».
b) «La desigualdad en la esperanza de vida al nacer entre la media de España y Andalucía, que es en la actualidad de mas de un año y tres meses, con una ligera desventaja para las mujeres andaluzas, y llega a ser de dos años y medio si comparamos Andalucía con las CCAA mas aventajadas y más ricas de España como Navarra.
c) En los últimos 30 años, esta desigualdad no sólo se ha mantenido sino que ha aumentado. Andalucía lleva un retraso de seis años en el proceso de mejora de la esperanza de vida con respecto a la media española. De seguir la actual tendencia Andalucía no alcanzará la esperanza de vida que se disfruta ya en España hasta el año 2014, y no alcanzará la que se disfruta en estos momentos en Navarra hasta el 2020».
d) «Los indicadores de la calidad de vida apuntan a que los andaluces, tanto en los hombres como las mujeres, viven en peor estado de salud y con más discapacidades que la media del Estado español».
e) La distribución geográfica de la mortalidad por municipios en Andalucía presenta un patrón este-oeste. En la parte occidental, con niveles de mortalidad más elevados, es una zona de claro predominio urbano y mayor desarrollo industrial, frente a la parte oriental, donde predominan los municipios rurales». «Las capitales de provincia de Andalucía, se incluyen dentro de los municipios españoles con mayor mortalidad». Además, «las capitales de provincia presentaron más mortalidad que la provincia a la que pertenecen e incluso que el conjunto de la Comunidad Autónoma, especialmente en hombres».
f) «Las mujeres son las más perjudicadas», ya que en este caso « se entrecruzan y potencian con la clase social, con su peor situación económica y social. Más de la mitad de las mujeres andaluzas se identifican como amas de casa y en general, en relación con los hombres, tienen peores posiciones en nivel de estudios, trabajo remunerado y ocupación». Como consecuencia de esa realidad social el resultado del informe es que «las mujeres tienen peor salud percibida y calidad de vida, utilizan de manera diferente los servicios sanitarios, y se encargan preferentemente de los trabajos domésticos y de los cuidados a personas dependientes. Además, viven solas y perciben un apoyo social deficiente con mayor frecuencia que los hombres.
g ) «Las mujeres expresan peor salud percibida que los varones y estas diferencias aumentan con la edad, alcanzando un máximo en el grupo de 45 a 54 años.
h) Según el informe de desigualdad «hay un mayor número de hombres con salud deficiente entre los que están en situación de desempleo (18,8%), seguido de aquellos que trabajan sin contrato (14,6%)».
i) «En las mujeres, en cambio, la peor salud se da entre las que trabajan por cuenta propia o no son asalariadas (21,9%), seguido de las que trabajan sin contrato (18,6%). En las mujeres del estudio este tipo de relación se da principalmente en el servicio doméstico.