(Libertad Digital) "A las siete de la mañana suena el despertador en casa de los príncipes de Asturias". Así empieza el reportaje de nueve páginas en El País Semanal sobre la cotidianidad de la Princesa Letizia en el cuarto aniversario de su boda con el Príncipe Felipe.
Esta vez el texto de Jesús Rodríguez no se acompaña con un posado exclusivo como ocurrió en octubre de 2006, coincidiendo con el XVII aniversario de la Fundación Príncipe de Asturias que provocó un revuelo mediático por el trato privilegiado que se le concedía desde la Casa Real al Grupo Prisa.
Pese a que no contiene citas textuales si revela pensamientos de la Princesa de Asturias sobre su rol institucional y su papel como madre. "Conoce a todos los empleados, les tutea y llama por su nombre. (...) Y recalca que no vive en una burbuja. Que su marido y ella no están rodeados de sirvientes de librea pertrechados de bandejas de plata dispuestos a cumplir sus deseos. Que sus hijas son su prioridad. Sus amigos, los de siempre. Y todavía sabe lo que cuesta la barra de pan".
Respecto a las dificultades iniciales de adaptarse a una nueva vida, de cambiar su vida de periodista para ser miembro de la Casa Real, el periodista dice que "desde el primer momento tuvo fe en lo que estaba haciendo, en el trabajo que estaba realizando; creía en la Monarquía parlamentaria la única forma de gobierno que había conocido desde que tuvo uso de razón".
En cuanto a sus afinidades políticas y después de las polémicas declaraciones del Rey Juan Carlos sobre el presidente del Gobierno en el texto se insiste que "está cómoda en su trato con la derecha y la izquierda; junto al presidente Rodríguez Zapatero, Esperanza Aguirre o el lehendakari Ibarreche". También niega sus malas relaciones con el Rey Juan Carlos.
En el reportaje titulado "Diario de una Princesa” se hace también referencia a las especulaciones sobre su extrema delgadez. “(...) está muy delgada. Lo achaca a su constitución. Su madre era así de joven, y también sus hermanas".
Sin diario personal
Precisamente la destrucción de un diario personal es uno de los datos que aporta el periodista Alfredo Urdazi, ex director de Televisión Española cuando Letizia Ortiz era la presentadora del Telediario de prime time, en su texto publicado en El Mundo.
Explica que una vez iniciado el compromiso y ante las novedades que le sobrevenían, Letizia Oritiz "decidió iniciar un diario par anotar detalles, cambios, reflexiones, sorpresas de su vida nueva. Esas notas se interrumpieron cuando le contó a Don Felipe que cada noche anotaba lo que había dejado el día. Él conocía la aversión de las monarquías hacia este tipo de literatura, el riesgo de que un texto manuescrito con impresiones personales caiga en manos ajenas. El diario se cerró. Esas pocas páginas se convirtieron en ceniza".
También abunda sobre el comentado capítulo de la cena en casa de Joaquin Sabina y el libro posterior con el que se ridiculizaría a Doña Letizia a propósito de su soltura para explicar chistes sobre su persona. Urdaci desmiente que fuera la Princesa quien insistiera en conocer al cantautor y que fue precisamente al revés. "(...) aquella cena se celebró a petición, persistente, del propio Joaquín Sabina, que reclamó la oportunidad de conocer a la Princesa".
Dice, además, que días antes habían compartido mesa y mantel con Julio Iglesias, pero eso no trascendió.
Revela también que en septiembre 2003 cuando el noviazgo aún permanecía en silencio, Letizia Ortiz sufrió un accidente de coche en un día lluvioso. "Los médicos del Samur que le atendieron certificaron la suerte de que no le hubiera pasado nada. Llamó a su novio. Poco después, dos motoristas del servicio de seguridad de la Zarzuela la recogían para dejarla en Torrespaña".