L D (EFE) A primera hora de la mañana, Mosley, que vive en Mónaco, se dejó ver en el escenario del Gran Premio, pero no quiso comentar absolutamente nada con la prensa. Muchos jefes de equipo piensan que sus actividades dañan mucho la imagen del deporte, por lo que ni se acercaron a saludarle. Tras su corto paseo, Mosley se encerró a continuación en su despacho de la FIA.
Hace una semana Mosley nombró a uno de los presidentes ejecutivos de la FIA, Marco Piccinini, italiano con nacionalidad del Principado, para que le sustituyera en todas las actividades oficiales, pero confirmó que estaría presente en la prueba.