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Los sectores que apoyan la continuidad de Rajoy intentan silenciar a la COPE

En los últimos días El País y La Vanguardia han lanzado una nueva campaña contra la COPE y el diario El Mundo. El objetivo es el mismo de siempre: acallar las voces incómodas. El procedimiento tampoco cambia: se presiona a la Conferencia Episcopal, con todo tipo de falsedades e insidias. La novedad está en que el detonante es mantener a Rajoy al frente del PP. Por eso los apoyos políticos ya no llegan de Ferraz, sino de Génova. Según La Vanguardia, Rajoy se reunió con Rouco Varela  para pedirle que silenciase a la COPE. La camarilla que rodea a Rajoy se han convertido en habituales de la SER y El PaísCelia Villalobos, esposa de Pedro Arriola, también atacaba este martes a la COPE. 

En los últimos días El País y La Vanguardia han lanzado una nueva campaña contra la COPE y el diario El Mundo. El objetivo es el mismo de siempre: acallar las voces incómodas. El procedimiento tampoco cambia: se presiona a la Conferencia Episcopal, con todo tipo de falsedades e insidias. La novedad está en que el detonante es mantener a Rajoy al frente del PP. Por eso los apoyos políticos ya no llegan de Ferraz, sino de Génova. Según La Vanguardia, Rajoy se reunió con Rouco Varela  para pedirle que silenciase a la COPE. La camarilla que rodea a Rajoy se han convertido en habituales de la SER y El País.  Celia Villalobos, esposa de Pedro Arriola, también atacaba este martes a la COPE. 
L D (Raúl Vilas)  La dirección del PP fiel a Mariano Rajoy mantiene en los últimos tiempos una sintonía con el Grupo Prisa que nada tiene que envidiar a aquellos en que el PSOE de Felipe González y el grupo del fallecido Polanco y Cebrián pusieron de moda eso del Prisoe. Sintonía no sólo en el fondo, sino también en la formas como comprobó en sus propias carnes María San Gil, víctima de la campaña de desprestigio orquestada en Génova y convenientemente amplificada en los medios de Prisa. Casualidad o no, la defenestración de Nicolás Redondo Terreros al frente del PSOE vasco partió de un artículo de Juan Luis Cebrián en El País.
 
La estrategia de Prisa para defender a Mariano Rajoy ha virado en los últimos días hacia una nueva campaña contra la COPE que sigue el esquema habitual que consiste en presionar a los obispos para que echen de la emisora al director del programa bandera de la emisora, Federico Jiménez Losantos. Labor en la que cuenta con la entusiasta ayuda del Grupo Godó, a través de su cabecera La Vanguardia, siempre dispuesto a servir a los intereses de los herederos de Polanco.  
 
El diario de Godó nos da este martes una clave reveladora de por dónde van los tiros en esta reedición de la campaña contra la COPE. Cuenta su subdirector Enric Juliana que Rajoy intentó que el presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal y arzobispo de Madrid Rouco Varela, en un encuentro que habrían mantenido hace una semanas a petición del líder del PP, silenciase las críticas que se lanzan contra la gestión de Rajoy tras las elecciones desde la emisora. Al parecer, Rajoy pidió a Rouco "neutralidad" en el debate precongresual del PP y, siempre según esta información, que no ha sido desmentida ni por Rajoy ni por su gabinete de comunicación, el encuentro terminó "en un ambiente de gran frialdad". 
 
En todo caso, el objetivo de la información, que contiene importantes falsedades, es propagar la especie de que existiría en el seno del comité ejecutivo de la Conferencia Episcopal un malestar mayoritario por la renovación de Jiménez Losantos. Dice Juliana que la mayoría de los obispos –"Cañizares (Toledo), Martínez Sistach (Barcelona), Carlos Amigo (Sevilla), Ricardo Blázquez (Bilbao) y Carlos Osoro (Oviedo). Es decir, cinco de los siete miembros del comité ejecutivo"– estarían elaborando un documento para "fiscalizar y moderar" la línea de la COPE. El subdirector de La Vangurdia muestra un especial interés en enfrentar al cardenal y arzobispo de Toledo, Monseñor Cañizares, con Jiménez Losantos. Eso sí lo hace sin aportar un solo dato o citar una fuente que aporte un mínimo de credibilidad a su información.
 
El País llevaba este lunes a su portada una información titulada "Los obispos radicales imponen la línea hostil con el Gobierno" en la que utilizando como excusa los discursos de los cardenales Rouco y Cañizares por la fiesta del Corpus, acusa a la jerarquía eclesiástica vuelve a la "intransigencia" tras "la tregua" con Rodríguez Zapatero. A nadie se le escapa que detrás de este ataque está el nuevo intento de silenciar a la COPE para dejar expedito el camino a Rajoy hacia esa nueva derecha moderna, moderada, centrista...
 
El domingo, en el penúltimo editorial de este diario en apoyo a Rajoy se leía: "la prensa sensacionalista, con el diario El Mundo y la emisora episcopal a la cabeza, han confundido la labor crítica que debe ejercer el periodismo con la intervención cínica y descarada en los asuntos de un partido político, cuya función está reconocida por la Constitución". Tan clamorosa resulta la conchabanza entre Prisa y el PP que el periódico se veía obligado a justificar su apoyo en una supuesta "defensa del sistema democrático". 
 
Una de las principales plumas del periódico de Prisa, Miguel Ángel Aguilar, coge el testigo este martes. Bajo el título "Obispos en cadena", Aguilar dice que los obispos utilizan la COPE para "sembrar el odio, azuzar el enfrentamiento cainita y arremeter contra el prójimo. (...) Asombra la insaciabilidad y la hipocresía de los obispos en cadena".
 
Lo cierto es que el grupillo de dirigentes que rodea a Rajoy son entrevistados, a diario, en la Cadena SER y se han convertido en fijos de El País, desde el ya famoso artículo del jefe de gabinete de Rajoy, José María Lassalle "Liberalismo antipático". Jorge Moragas, uno de los más próximos al líder del PP, decía el domingo en una entrevista en este periódico que "ciertos personajes hacen del odio un negocio. Están en su derecho, pero no podemos seguirles". Otra persona muy cercana al líder del PP es Celia Villalobos –esposa del sociólogo Pedro Arriola que ejerce de asesor aúlico de Rajoy. La ex ministra repetía este martes los argumentos de El País. Dice que "hay un medio de comunicación que está dispuesto a tocar el tambor todo el día", y que "no consentirán que un medio de comunicación" decida por el PP.
 
Por último, tampoco se puede solayar que el único nombre que haya desvelado Rajoy sobre la futura dirección del partido, en torno a lo que mantiene el más absoluto de los mutismos, sea el de Alberto Ruiz Gallardón, que mantiene una querella contra Federico Jiménez Losantos. 

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