(Libertad Digital) Dijo Gallardón que se querelló contra el director de La Mañana porque "llegué a la convicción de que en un Estado de Derecho, cuando se agrede de una forma reiterada y sistemática y grave, el honor de una persona, la dignidad de una persona, el hecho de estar en política, el hecho de ser un cargo publico, tener un prejuicio por enfrentarse con un periodista o un medio de comunicación no era razón para que yo no pudiese volver con dignidad a mi casa y mirar a mis hijos a los ojos".
Se quejó el acalde de que "me han insultado mucho, han dicho muchas mentiras sobre mí pero no me habían acusado nunca de querer que los asesinos de 192 personas saliesen impunes, que no se celebrase el juicio, que quisiese tapar pruebas".
Gabilondo le preguntó si había influido el hecho de que Jiménez Losantos fuera "el portavoz de su rival más enconada, Esperanza Aguirre". Por supuesto lo negó. "Lo que defendí fue la dignidad, no solo la mía, sino la de todos los que el 11-M vimos morir a mucha gente intentando que la ciudad saliese adelante".
El alcalde no cree que su denuncia contra el vicepresidente de Libertad Digital sea un precedente peligroso para la libertad de expresión. "La libertad de expresión no pierde un punto de su valor, al contrario. El propio querellado ha acudido a la Justicia" cuando se ha sentido agredido.
Gallardón dice que le importa el veredicto porque es la respuesta de la Justicia, pero que lo más importante es "haber llegado a punto de solicitar amparo. No haber retirado esa querella y no haber cedido a ninguna de las peticiones y de las presiones que se me han hecho para que no llegase hasta el final". Especificó que ha habido presiones públicas y privadas "que se quedan en el terreno de lo privado".
Preguntado por si le sorprendieron las declaraciones de los testigos de su partido, dijo que "se ajustaron a la realidad" de lo que les preguntaron.
Tras asegurar que procura no permitir que las discrepancias políticas, "que en definitiva son profesionales", interfieran con sus relaciones personales, Gallardón rechazó cualquier posibilidad de amistad con el locutor de La Cope. "Yo hablo de personas que se respetan las unas a las otras. Cuando se pierde el respeto y eso significa un ataque al honor y la dignidad, ya no corresponde resolver ese conflicto a los afectados sino que, en un Estado de Derecho y en una democracia, deben hacerlo los jueces", zanjó.
Sobre la crisis del PP, Gallardón dijo que no le gustaría que "el debate interno fuera intervenido desde fuera, hay que escuchar todas las opiniones, pero la decisión hay que tomarla desde dentro".
Negó el acalde que haya dos bandos en el PP porque no hay otra candidatura. "No entiendo que sin presentarse un proyecto alternativo al de Rajoy se critique el único que en este momento tiene el PP", dijo y aseguró que los descontentos "se saben en absoluta minoría".