(Libertad Digital) Las voces de descontento empezaron en 2005. Entonces, los sindicatos médicos advirtieron sobre una situación que iba a provocar el colapso del sistema. "Estamos hablando de que faltan médicos –recuerda Mario Mingo portavoz del PP en la Comisión de Sanidad–" en un sistema, dice ABC, en el que para empezar es más fácil irse a trabajar a Inglaterra que cambiar de Andalucía a Galicia.
En estos momentos, a escasos días de las vacaciones de verano, se empiezan a enviar avisos inquietantes. Según publica este diario, el colapso sanitario amenaza con sembrar el caos en las urgencias este verano. Los especialistas de Atención Primaria ya alertaron que en las zonas turísticas la saturación de los centros de salud va a ser alarmante.
El problema que el ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, tiene sobre la mesa tiene varias ramificaciones. Por un lado, la fuga de batas blancas a destinos europeos mejores remunerados; por otro, la mala distribución y planificación, y por otro, la falta de la especialidad. "Venimos denunciando que en urgencias se precisan 2.000 facultativos más, pero las autoridades parecen aplicar el viejo principio de guardar los problemas en un cajón y esperar a que el tiempo los resuelva", avisan desde la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes).
El panorama es más desolador teniendo en cuenta factores como el envejecimiento de los médicos, que agravará la escasez de facultativos por las jubilaciones forzosas y la feminización de la profesión, que "cambiará el panorama por su menor disponibilidad laboral, por razones de embarazo y de maternidad".
Según recuerda el diario, "si en 1965 las mujeres médico representaban el 7,3 por ciento del total de la profesión, en 2001 esta cota llegaba ya al 47,05 por ciento y las previsiones es que supere el 60 por ciento en 2030".