España pasa por encima de Rusia y vuelve a enamorar a la afición (4-1)

(Libertad Digital) Aunque Luis Aragonés se empeñara en negarlo en las horas previas, los nervios se apoderaron del equipo español. No era la "guerra", cierto, pero sí el debut en una gran competición como la Eurocopa, que tampoco es cosa menor. Pero España comprobó muy pronto que Rusia, aunque Guus Hiddink lleve sus riendas, es un equipo muy limitado técnicamente. Sólo intentó sorprender al contragolpe, pero en contadas ocasiones pudo con la zaga de la 'Roja'. Una fina lluvia acompañó todo el partido. En los minutos previos, miraban al cielo los españoles pensando que la velocidad que iba a adquirir el juego favorecía a los rusos, mejor dotados físicamente. La calidad, decisiva, era otro asunto.

A España le costó quitarse de encima la ansiedad del debut. Pero los pupilos de Luis pusieron sobre el césped un nuevo estilo, radicalmente distinto al de los ensayos previos frente a Perú y Estados Unidos. El toque por bandera, pero acompañado de velocidad y una profundidad que se convertía en oro en botas de Fernando Torres y Villa. Luis sabía de antemano las cualidades de Rusia, un equipo nado que dejó a Inglaterra por el camino. Avisó de los contraataques rápidos de Bilyatedinov y Sychev por bandas o la velocidad de Zyrianov, rompiendo por el centro. En el campo fue difícil frenarlo. El perfecto conocimiento de Hiddink del fútbol español, el alto ritmo que imprimieron los rusos, siempre verticales, y los marcajes individuales de Zyrianov sobre Xavi y Semak con Villa, hacían de inicio una barrera difícil de superar.

Los rusos parecían olvidar las importantes bajas de Pogrebnyak y Arshavin. El balón les quemaba en los pies y se lanzaron en cada acción con la mirada fija en Iker Casillas. Se sentían fuertes. El capitán español comenzó con una salida en falso y más tarde se alió con los palos tras un tiro de Zyrianov. Los minutos iniciales estaban plagados de imprecisión en los pases de España. Senna fue el elegido para llevar la manija, pero la selección depende en gran parte de Xavi. El entramado del centro del campo ruso costaba superarlo con el toque en corto y España compaginó bien los balones en largo, siempre peleados por Torres y Villa. Los apuros defensivos llegaban a la espalda de Sergio Ramos.

Pavlyuchenko tenía la orden de Hiddink de dejarse caer a esa banda. Hasta los ocho minutos no chutó España. Torres y Villa avisaban de que había pólvora reservada para la cita, pero les faltaba apuntar bien. Aguantó con firmeza la selección los envites rusos para comenzar a desequilibrar el encuentro por su pegada. Había avisado Villa en el minuto 17 y tres después marcó el primer tanto de su día de gloria con España. Fernando Torres luchó un balón largo de Marchena, rompió a la defensa rusa y regaló el tanto al 'Guaje' Villa.

No estaba Rusia dispuesta a bajar los brazos. Reaccionó rápido con una internada de Sychev que acababa en un pase de la muerte que, a placer desde el punto de penalti, Zyrianov estrellaba en el palo. La suerte que pedía Casillas en la previa necesaria para llegar lejos, también vestía en esta ocasión de rojo. Fue el momento en el que saltó a escena el toque y las buenas conexiones en los últimos metros. Silva con Torres, que la picó al lateral de la red; Iniesta con Villa, que chutó a la defensa, y un 'remake' de la misma acción que acabó en el gol de la sentencia. Se acercaba el descanso y Villa asestó el golpe definitivo con el 2-0.

Rusia salió en la segunda parte en busca del gol que le devolviese la vida. Intercambió los papeles por unos instantes, y los de Hiddink comenzaron a adueñarse del balón y a inquietar a Casillas. España necesitaba a Cesc y Luis estuvo rápido. El ímpetu de Rusia, una selección que ha crecido en los últimos años, le hizo luchar hasta el último segundo. Dejó espacios en defensa, regalo que aprovechó Villa para firmar su tercer gol de la tarde y llevarse firmado un balón histórico. Sentó al rival de un recorte y engañó con el cuerpo a Akinfeev en la definición. El asturiano sigue demostrando que vive un momento muy dulce en la selección.

Pero llegó también el premio al esfuerzo de Rusia, principalmente porque la defensa española se durmió. Tras los disparos ajustados de Bilyaletdinov y Pavlyuchenko, el delantero de moda ruso batió a Casillas con un gran cabezazo tras un saque de esquina a cargo de Zyrianov. Fueron segundos de desconcierto español, con una nueva ocasión para Semak para aumentar el nerviosismo. Nada mejor que frenarlo con un nuevo tanto. Villa, crecido, asistió a Xavi. El azulgrana enganchó un potente disparo, cuyo rechace cayó en bandeja a Cesc Fábregas. El fútbol le debía una al jugador del Arsenal y, por fin, llegaba su primer gol con la selección absoluta. A buen seguro crecerá su papel esta Eurocopa, que de momento ha comenzado muy bien para España. El próximo sábado, siguiente prueba ante una selección sueca que acudirá con ganas de revancha.