LD (Pablo Montesinos) Este sábado se cumple un mes del atentado terrorista contra la casa cuartel de Legutiano (Álava), que costó la vida del agente Juan Manuel Piñuel. Entonces, sus propios compañeros denunciaron las escasas medidas de seguridad en sus hogares y retrataron las dificultades que tienen para hacer su trabajo en el País Vasco.
Hoy, la situación dista mucho de ser la que debiera. Los acuartelamientos de la Benemérita están muy lejos de ser lugares completamente seguros. Fuentes de la lucha contra ETA reconocen que "por el momento" no existen todas las medidas que se precisan en el País Vasco. "Son mejorables", sentencian, pese a recalcar que se están tomando "algunas decisiones".
Sin embargo, fuentes de la Asociación Unificada de la Guardia Civil consultadas por Libertad Digital advierten que la falta de seguridad no se ciñe únicamente al norte del país sino a toda la geografía española. "Estamos muy preocupados por esta cuestión, hay cuarteles donde las medidas de seguridad son notablemente mejorables", aseguran. Por ello, continúan, "nos hemos dirigido a los responsables directos".
Según nos han relatado, responsables de AUGC han visitado cuarteles en los que las escasas medidas de seguridad eran evidentes. "En algunos casos se están tomando medidas", reconocen. Pese a ello, de momento, son insuficientes. Y es que, tal y como nos recuerdan, "los objetivos de ETA no están circunscritos" por lo que los avances en materia de seguridad no se pueden ceñir únicamente "al País Vasco".
El objetivo de los asesinos, agrega, son "las poblaciones de tamaño medio". Sin embargo, es un riesgo que los agentes de la Benemérita "y todas sus familias" asumen por el simple hecho de servir a España.
Interior calla para no poner en riesgo la seguridad
Por su parte, fuentes consultadas del ministerio del Interior no han querido desvelar si se están tomando medidas extraordinarias para mejorar las deficiencias en materia de seguridad. Según han argumentado, "nunca damos datos relacionados con las instalaciones policiales" ya que su objetivo es "garantizar la seguridad".
De hecho, también por motivos de seguridad, los responsables de la Guardia Civil consultados por este periódico han declinado desvelar dónde se encuentran los edificios con mayores deficiencias. En su opinión, lo importante es que la opinión pública conozca que la situación no es la adecuada.
El gran problema, según algunas denuncias, es que Interior todavía no ha puesto en marcha ningún tipo de plan para mejorar la situación de la Guardia Civil. Las medidas de seguridad en los acuartelamientos en el País Vasco, por ejemplo, son idénticas a las que había tras el último atentado mortal de ETA. Los agentes siguen a la espera.