( LD ) Un estudio del Grupo Europeo de Farmacia (PGEU), formado por asociaciones profesionales de 29 países y al que pertenece el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, concluye que los modelos liberalizados de farmacia no aportan mejoras sobre los regulados en cuestiones como la calidad del servicio o el ahorro en la factura de medicamentos.
En concreto, la liberalización puede provocar un distanciamiento entre la propiedad de la farmacia y la responsabilidad profesional, el aumento del número de farmacias en las áreas urbanas en detrimento de las zonas rurales, y un peligro de monopolios.
El Consejo General considera que el modelo español es el más adecuado de cara al paciente y que la tendencia europea hacia la desregulación del sector está marcada por los grandes grupos empresariales que pretenden confundir el medicamento con una mercancía para hacerse con la sanidad como si fuera un mercado más.
Los responsables del CGCOF señalan que el medicamento y la asistencia farmacéutica son bienes de difícil valoración económica y recuerdan que España es uno de los países que más farmacias tiene por habitante.