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La UE, entre el régimen o el pueblo cubano

De la imposición de sanciones diplomáticas de la UE contra Cuba en tras la Primavera Negra de 2003 -75 detenidos y 3 fusilados-, lo que más le preocupó al régimen castrista fue la invitación de los miembros de la oposición pacífica y la sociedad civil de la Isla a las recepciones y actos oficiales. Tras su congelamiento en 2005 por la intervención del Gobierno de Zapatero, el debate se sitúa ahora en su revocación total. DEBATES EN LIBERTAD abordó ayer esta cuestión.

De la imposición de sanciones diplomáticas de la UE contra Cuba en tras la Primavera Negra de 2003 -75 detenidos y 3 fusilados-, lo que más le preocupó al régimen castrista fue la invitación de los miembros de la oposición pacífica y la sociedad civil de la Isla a las recepciones y actos oficiales. Tras su congelamiento en 2005 por la intervención del Gobierno de Zapatero, el debate se sitúa ahora en su revocación total. DEBATES EN LIBERTAD abordó ayer esta cuestión.
LD (R. Colomer) El ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, acudía este lunes al Consejo de Exteriores, previo a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE de este jueves, con la absoluta convicción de que los ministros de los Veintisiete asumirían por buena su propuesta de levantar las sanciones diplomáticas contra la Isla. Lo había adelantado el socialista Javier Solana, Alto Representante para la Política Exterior de la UE, quien unas horas antes del Consejo de Luxemburgo afirmó que “todo apunta que habrá acuerdo”.
 
Desde la subida al poder del Gobierno de Rodríguez Zapatero en 2004, la normalización de las relaciones diplomáticas con el régimen castrista se ha convertido en una prioridad de su inconsistente política exterior. Más allá de las debilidades que los socialistas tengan con el castrismo, se encuentra la pretensión de acabar con el legado de José María Aznar.
 
En 2003, la Unión Europea, a propuesta del Gobierno del Partido Popular, toma la determinación de aplicar una serie de medidas diplomáticas para presionar a la dictadura “en vista de la falta de progresos para mejorar la situación de los Derechos Humanos en Cuba”.
 
Las sanciones respondían a una brutal ola de represión contra la oposición democrática que terminó con el encarcelamiento de 75 disidentes y las ejecuciones de tres acusados de secuestrar una embarcación para escapar a las costas estadounidenses.  
 
La arbitrariedad y brutalidad de los hechos supusieron el punto de inflexión de la política exterior española respecto la Isla. Todos los medios de comunicación se hiceron eco de los abusos de Fidel. España promovió un cambio. No hay que olvidar que en 1998, el presidente del Gobierno, José María Aznar, recibió en La Moncloa a Fidel Castro. En esa cita acordaron “mejorar relaciones en un ambiente de discreción”.
 
Meses más tarde el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, viaja a la Isla. Será la última visita oficial del jefe de la diplomacia española en la dictadura. Y en noviembre de 1999, se celebra la Cumbre Iberoamericana en La Habana a la que asisten el jefe del Gobierno y de Estado de España. Pese a los toques de atención de España al castrismo, la decisión de enfriar las relaciones con la Isla no se toma hasta los atropellos de la Primavera Negra, antes mencionados.
 
En cualquier caso las sanciones que se aplicaron en 2003 y que ahora se quieren revocar no incluyen medidas drásticas que puedan repercutir negativamente en el pueblo cubano. Entre las medidas se encuentra la limitación de las visitas gubernamentales de alto nivel de carácter bilateral; reducir la importancia de la participación de los países de la UE en las manifestaciones culturales, e invitar a disidentes cubanos a las ceremonias organizadas con ocasión de las fiestas nacionales, de las que no se excluye a los miembros del establishment cubano.
 
El poeta cubano, Orlando Fondevila, que participó esta semana, en Debates en Libertad de LDTV, insistió en la importancia de mantener este tipo de medidas más “simbólicas” que sustanciales para no dar credibilidad a un régimen que sigue oprimiendo a sus ciudadanos. Fondevila recordó que según una de las fuentes más fiables –la Comisión de Derechos Humanos en Cuba- cifra en 220 los presos políticos en la Isla.
 
El director de la asociación Cuba en Transición, Matías Jove, que también intervino en el espacio televisivo, subrayó que no se está hablando de medidas de castigo al gobierno cubano sino de apoyo a la disidencia.
 
Aún así, la Unión Europea parece dispuesta a rendirse ante las exigencias del régimen de Raúl Castro y sobrecompensarle por las medidas estéticas y efectistas que ha impulsado como permitir la compra de teléfonos móviles cuando era ya una realidad en la Isla.
 
En teoría, el levantamiento se tendría que haber producido en el Consejo de Exteriores. El “no” irlandés que ha dejado tocado de muerte el proceso de construcción de la Unión –aunque los dirigentes políticos se esfuercen por negarlo- acaparó toda la atención de los ministros de Exteriores e impidió que se debatiera sobre el asunto cubano.
 
En la cena de esta noche de jefes de Gobierno y de Estado de los Veintisiete se abordará el levantamiento de las sanciones. El presidente de turno del Consejo Europeo de Asuntos Exteriores, el esloveno Dimitrij Rupel, se mostró a favor de eliminar las medidas a Cuba. Está por ver cuál es la posición que toma Alemania cuya delegación pidió el lunes posponer el debate para este jueves. En todo caso, aunque se decida esta noche normalizar el diálogo con el régimen cubano y modificar, en consecuencia, las relaciones con la disidencia la decisión no se podrá ratificar hasta el próximo Consejo de Exteriores en julio.
 
Moratinos, como hiciera el lunes, ha expresado este jueves su convencimiento de que en el Consejo Europeo se alcanzará un acuerdo para revocar las medidas. "Espero no equivocarme, pero se está avanzando con bastantes posibilidades de alcanzar un consenso y una posición conjunta en relación con Cuba", concluyó.
 
El PPE, por su parte, ha repartido hoy entre los primeros ministros de esta familia política que se han dado cita en la cumbre de Bruselas un documento en el que "la situación de los derechos humanos en Cuba sigue siendo la misma". La elección es una: el régimen o el pueblo cubano.

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