L D (J. Arias Borque) El Congreso de los populares deja más dudas que certezas sobre el papel que jugarán algunos de los dirigentes del partido. Pero sobre todo, sobre el que desempeñará Alberto Ruiz Gallardón. Que el actual alcalde de Madrid ha salido triunfador de este congreso es algo que pocos dudaban este domingo en el recinto ferial valenciano, pero lo que sí levantaba dudas es el papel real que desempeñará tras su entrada en el Comité de Dirección.
Este órgano está reservado para el considerado “núcleo duro” del PP y de él forman parte los portavoces del Congreso, Senado y Parlamento europeo, así como los vicesecretarios del partido y los secretarios ejecutivos, aunque en el nuevo organigrama este último cargo no existe. “¿Cómo encaja en todo esto Gallardón?”, se preguntaban muchos de los compromisarios.
El enigma no tiene una respuesta clara. Algún popular con cargo en provincias recordaba que sólo Pedro Arriola, el fantasmagórico gurú sociológico de Aznar y Rajoy, marido de Celia Villalobos, y cuyo astronómico sueldo centró una enmienda que fue rechazada, había asistido hasta ahora de forma continuada a estas reuniones. Algún invitado ha habido, pero sólo eso, invitado.La cuestión se centra ahora en si la presencia sin cargo de Gallardón le sitúa como el último de la fila o como el primero de la clase. Si será el patito feo del Comité o el esbelto y bello cisne. Las quinielas en Valencia variaban de un extremo al otro, porque lo que queda claro es que sólo tiene uno de esos dos puestos, el resto están cerrados por el organigrama. Eso sí, la mayoría apostaban porque era la sucesión encubierta, Rajoy habría designado ya al que será su vicepresidente del Gobierno si gana en 2012 o tal vez al candidato real de los populares en las próximas elecciones generales.
De hecho, tan cómodo se encontró este domingo Gallardón que salió del plenario para hablar por el teléfono móvil durante la intervención de clausura de Rajoy, y para una llamada que no era urgente, según reconocieron fuentes cercanas al regidor madrileño. Y tan cómodos y victoriosos se encontraban sus partidarios que no tuvieron problema en decir que la próxima victoria sobre Esperanza Aguirre será en el Congreso del PP de Madrid, que se celebra en octubre. Parece que ven ya muy lejos cómo la presidenta madrileña barrió con un 95 por ciento de los votos a Cobo, el delfín de Gallardón, la última vez que midieron fuerzas en la comunidad madrileña.