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Cesc: "Hemos venido a ser campeones, no a acabar con la maldición de cuartos"

Horas después de marcar el penalti decisivo que eliminaba a Italia y clasificaba a España para semifinales de la Eurocopa, Cesc Fábregas comparecía ante los medios visiblemente feliz y satisfecho por la responsabilidad que le concedió Luis Aragonés. Pero no se conforma con haber pasado a la siguiente ronda. "Hemos venido a ser campeones, no a acabar con la maldición de cuartos", dice el centrocampista catalán, que ha revelado también que llevaba "desde los quince años sin tirar un penalti".

Horas después de marcar el penalti decisivo que eliminaba a Italia y clasificaba a España para semifinales de la Eurocopa, Cesc Fábregas comparecía ante los medios visiblemente feliz y satisfecho por la responsabilidad que le concedió Luis Aragonés. Pero no se conforma con haber pasado a la siguiente ronda. "Hemos venido a ser campeones, no a acabar con la maldición de cuartos", dice el centrocampista catalán, que ha revelado también que llevaba "desde los quince años sin tirar un penalti".
L D (EFE) "Hemos venido a entrar en la historia de los más grandes y eso se consigue ganando la Eurocopa", revela el jugador del Arsenal, que recordaba su lanzamiento desde el punto de penalti y lo que ha significado en lo personal por haber marcado. "Fue un momento que me regaló la vida para demostrar que se podía confiar en mí", destaca. "Sé que para mucha gente ha sido difícil el poder confiar en mí, tenía que demostrar que en los momentos importantes también podía sacar al equipo. Se ha hablado mucho de mi suplencia, de mi rendimiento y sé que a lo mejor un gol no significa nada, pero para mí ese penalti significó muchísimo", añade.

Para Cesc fue importante entrar a jugar en su posición natural. "Quería ganar por el equipo y cuando entré me sentí cómodo, en mi posición, recibiendo atrás la pelota, dando paredes, llegando por sorpresa desde atrás. Me sentí bastante cómodo. Con jugadores como estos, todo es más fácil". Tras la victoria en la tanda de penaltis ante Italia, el Rey Juan Carlos bajó a vestuarios a felicitar a los jugadores y al seleccionador. "Estábamos eufóricos y se agradece que toda España esté a nuestro lado y personas tan importantes como el Rey vengan a celebrarlo al vestuario", ha dicho Cesc.

Tras desear que la fiesta siga el domingo, en la final, avisa del peligro de las semifinales ante Rusia. "Si la gente piensa que va a ser el mismo rival que el primer partido están muy equivocados, saldríamos perdiendo 1-0". "Rusia es una selección muy completa, con buenos jugadores que juegan al ataque, son jóvenes, quieren y tienen ganas de ganar. Me recuerdan a España por ambición, por demostrar que son capaces de ganar. Va a ser un partido bonito. Esperemos que estemos a la altura y pasemos a la final", analiza.

Aunque Cesc esperaba tener otro rol en la selección, vuelve a mostrar su humildad. "Sólo quiero aportar lo mejor para el equipo, si es saliendo la última media hora, como ha venido pasando, o si son los últimos cinco minutos, como si no juego, porque es lo mejor para el equipo". "Lo único que quiero es ser importante. No quiero la gloria para mí solo, es para todo el equipo porque la merecemos. El míster me tiene a disposición para cuando él quiera", insiste.

Cesc reconoce que España tuvo que ganar en el tiempo reglamentario. "Hicimos un buen partido ante un equipo que sólo buscó en balón largo a Toni y el segundo balón para crear ocasiones". "Pusimos en todo momento el juego, con el balón abajo saliera o no. Entramos por bandas, buscamos combinaciones y al final se fue a los penaltis, pero teníamos que haber ganado antes", concluyó.

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