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Chaves se presentará a la reeleción como secretario general del PSOE andaluz

Chaves comunica este viernes a la Comisión Ejecutiva Regional su decisión de optar a la reelección como secretario general en el XI Congreso Regional del PSOE de Andalucía, que se celebra los días 11, 12 y 13 de julio en Granada. Será la quinta vez consecutiva en la que pedirá la confianza de los militantes socialistas para seguir al frente de la Secretaría General del PSOE-A. Accedió al cargo por primera vez en 1994, cuatro años después de llegar a la presidencia de la Junta, cerrando así la crisis interna del partido entre felipistas y guerristas, tras apuntillar al borbollismo.

Chaves comunica este viernes a la Comisión Ejecutiva Regional su decisión de optar a la reelección como secretario general en el XI Congreso Regional del PSOE de Andalucía, que se celebra los días 11, 12 y 13 de julio en Granada. Será la quinta vez consecutiva en la que pedirá la confianza de los militantes socialistas para seguir al frente de la Secretaría General del PSOE-A. Accedió al cargo por primera vez en 1994, cuatro años después de llegar a la presidencia de la Junta, cerrando así la crisis interna del partido entre felipistas y guerristas, tras apuntillar al borbollismo.
LD (Pedro de Tena) Experto en costumbres búlgaras, en el X Congreso Regional del partido, celebrado el 16 de julio de 2004, Chaves resultó reelegido tras recibir 535 votos a favor y dos en blanco, lo que supuso un apoyo del 99,62 por ciento de los delegados, que expresaron su opinión sobre la única candidatura presentada, naturalmente, a la  votación individual y secreta de los delegados. También se ha confirmado ya que Chaves seguirá también como presidente federal del PSOE, cargo al que accedió en el año 2000 cuando Zapatero se hizo con la secretaría general.
 
De esta forma, Chaves cierra el debate abierto sobre la posibilidad de sucesión que se estaba abriendo. Hace tres meses, El Correo de Andalucía, periódico propiedad del grupo Alfonso Gallardo, el impulsor del ya famoso oleoducto extremeño-andaluz y gestionado por preclaros socialistas como Rodríguez de la Borbolla y otros, preguntó a Chaves sobre la cuestión y éste respondió: "Tampoco lo he pensado en estos momentos. No lo sé. Lo tendré que hablar con el padre de la muchacha, como se dice. Ya sé que no se lo va a creer, pero no lo sé". Esta respuesta abrió el melón sucesorio tan deseado dentro y fuera del PSOE.
 
Antes de las elecciones de marzo, asimismo, Chaves había indicado su simpatía porque le sucediera una mujer, previsiblemente Mar Moreno, ex presidenta del Parlamento andaluz y actualmente, consejera de su gobierno autonómico. Ocurrió el pasado 28-F, en plena campaña electoral, cuando expresó tal deseo en una entrevista en la radio. Saltaron las alarmas y, dos días después, zanjó el debate: estaba “a disposición” del PSOE-A para volver a presentarse en 2012. Tras los comicios, en la primera reunión Comité Director volvió a repetir el mensaje.
 
En la agenda socialista no toca hablar de sucesión, asegura El Correo. Pero aunque no se hable ahora, se hablará más adelante. Al parecer, fueron razones personales las que llevaron a que el secretario general se planteara dejar de serlo. Finalmente, han primado las razones de oportunidad. Ahora, el PSOE trata de presentarlo como "sentido del deber" respecto al partido.
 
La salida de Chaves hubiera abierto, sin duda, la carrera sucesoria con grave desgaste para el PSOE y un Chaves en retirada habría sido considerado una baza electoral en manos de correoso Javier Arenas, que acaba de ganar peso en su partido, no de perderlo. En esta decisión, ha intervenido José Blanco, quien trasladó a Chaves su preocupación porque su relevo en Andalucía pudiera tener lugar sin convulsiones internas. Pero estas convulsiones no las vieron los dirigentes provinciales del PSOE consultados por Chaves.
 
Nadie duda, sin embargo, que el melón de la sucesión está por abrir en el PSOE-A. En 2012, Chaves llevará 22 años en la Junta y 18 al frente del partido.
 
El problema Pizarro y la bicefalia
 
El principal escollo de la sucesión de Chaves es Luis Pizarro, su hombre de confianza, tigelino de las artimañas y tretas, sicario de sus decisiones. Luis Pizarro es secretario de Organización y, dados sus méritos ante los socialistas a los que ha controlado férreamente desde hace años, sería el sucesor natural de Chaves al frente de la Secretaría General del PSOE andaluz. El problema es que la escasa formación y el inexistente currículum del pretoriano harían imposible su nominación como candidato socialista a las elecciones andaluzas y se abriría así un camino bicéfalo, con separación entre gobierno y partido, algo que no ha funcionado bien en el PSOE que sufrió las diferencias Guerra-González.
 
Por otra parte, existe, naturalmente, entre los miles de socialistas andaluces que viven del erario público el miedo, nada escénico, a perder las mamandurrias y puestos que ahora disfrutan a millares, en el caso de hacer "tonterías" que les pudiese conducir a perder las elecciones.
 
Por ello, se ha reconducido la situación y ante la división previsible que originaría una sucesión no pactada, se ha acordado presentar a Chaves como "sacrificado líder" que no puede descansar para favorecer la unidad del partido y asegurar decididamente el futuro del régimen en Andalucía.

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