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Zapatero desprecia las propuestas del PP y no descarta incrementar el gasto público

En la clausura del Congreso del PSN y poco antes de partir hacia Viena, el presidente del Gobierno ha vuelto a referirse a la crisis sin llamarla por su nombre. Tras afirmar en El País que "es opinable" que estemos en crisis o no, ha aprovechado su discurso para prometer que mantendrá las políticas sociales, respondiendo así al PP, que abogó este sábado por situar el gasto por debajo del dos por ciento en 2009. A los populares, los acusó de cifrar sus "esperanzas en ver cuánto sube el petróleo".

En la clausura del Congreso del PSN y poco antes de partir hacia Viena, el presidente del Gobierno ha vuelto a referirse a la crisis sin llamarla por su nombre. Tras afirmar en El País que "es opinable" que estemos en crisis o no, ha aprovechado su discurso para prometer que mantendrá las políticas sociales, respondiendo así al PP, que abogó este sábado por situar el gasto por debajo del dos por ciento en 2009. A los populares, los acusó de cifrar sus "esperanzas en ver cuánto sube el petróleo".
(Libertad Digital) En el discurso que ha pronunciado en la clausura del Congreso del Partido Socialista de Navarra en la localidad de Burlada, Zapatero, además de aludir a la final de la Eurocopa y también de felicitar al nuevo jefe de la formación en Navarra, habló de la cada vez más grave situación económica. No para proponer medidas para frenar una crisis que sigue sin aceptar, sino para prometer que el gasto, en forma de políticas sociales, lejos de contenerse, se mantendrá o incluso se incrementará.
 
En respuesta a las propuestas que desgranó este sábado el PP, que abogó, entre otras cosas, por recortes del gasto, liberalización y rebaja de impuestos, Zapatero proclamó que "nuestras recetas no son las de la derecha", sino el "diálogo social" y el mantenimiento de las políticas sociales "con más becas", ayudas a la vivienda y "destinar el ahorro que hemos sido capaces de hacer a las rentas más bajas".
 
En eso se resume, según dijo, la "sensibilidad de un proyecto" –el suyo– "que piensa en la mayoría de los ciudadanos". "Y que no está cifrando su esperanza en otra cosa", afirmó Zapatero, que durante el discurso insinuó que el deseo del PP es que se agudice la crisis. "Decía Montoro que estamos en una crisis perfecta… parece que siempre tienen impaciencia, ya están pensando en las próximas elecciones", dijo de la oposición.
 
"La ciudadanía", continuó, "sabe distinguir muy bien lo que representa un proyecto comprometido con las necesidades de los ciudadanos" y un proyecto –por el del PP– "que cifra sus esperanzas en saber cuánto sube el petróleo". Para Zapatero, es "llamativo que el PP diga que hay que reducir el gasto público hasta el dos por ciento". Su intención es muy distinta, a juzgar por sus palabras. Proclamó que va "a mantener su compromiso" contra la pobreza, en alusión a las ayudas al desarrollo. "No voy a reducir el gasto público", dijo más adelante.
 
De España, dijo que es "un país fuerte" y "moderno", que "nunca ha tenido a tanta gente trabajando". "Este país va a salir fortalecido, vamos a recuperar el ritmo de crecimiento, siempre manteniendo las políticas sociales", insistió, antes de decir, que "si es necesario" se incrementarán "para ayudar a más familias".
 
La crisis, una cuestión "opinable"
 
También habla Zapatero de economía en una extensísima entrevista en El País. En declaraciones al diario, considera "opinable" si España atraviesa o no por una crisis económica, y afirma que el superávit existe para "tener margen de maniobra y ayudar a los ciudadanos", y no para "meterlo en un arcón". Olvida el jefe del Gobierno que precisamente la crisis ha acabado con casi todo el superávit del que presume el Ejecutivo.
 
A su juicio, todo depende de lo que "entendamos" por la palabra crisis y considera que el uso de un concepto u otro pertenece más al ámbito académico, según señala en la entrevista, relativa a sus 100 días de Gobierno.
 
El presidente del Gobierno reconoce que lo que el ciudadano siente es que la economía va a peor desde hace un año. Dice que es "razonable" y que "es verdad" pero añade que lo importante es que el Ejecutivo tiene recursos de protección y de apoyo social y alardea de que nunca ningún Gobierno había devuelto impuestos para ayudar a las familias, en alusión a unos 400 euros que ahora ve inútiles hasta el propio Solbes.
 
Asimismo, defiende que el superávit económico "no se tiene para meter en un arcón", sino para que, en un momento en que la economía va a peor, como ahora, "tener margen de actuación y ayudar a los ciudadanos".
 
No obstante, Zapatero reconoce que hay un "descenso acusado" en el crecimiento económico, ya que este año España crecerá en torno al 2 por ciento frente al 3,5 por ciento del pasado año, como consecuencia del contexto internacional y el parón de la construcción, y que esta situación se prolongará hasta el segundo trimestre de 2009.
 
Respecto al paro, Zapatero apunta que "está en España en las tasas más bajas de la historia", después de haber caído desde casi el 11,5 por ciento en que se encontraba cuando llegó al Gobierno hasta el actual 9,5 por ciento, y subraya que el país "tiene condiciones para ambicionar niveles de empleo en la media europea y de pleno empleo técnico". Cabe recordar que el presidente prometió precisamente pleno empleo en la campaña.
 
Sobre la imparable escalada del Euribor, que actualmente se encuentra en máximos históricos, Zapatero resalta que "tenemos que ser prudentes" porque España vive un escenario de globalización donde es muy probable que haya elementos de especulación en el petróleo y los alimentos.
 
Reitera sus críticas a Trichet
 
El presidente del Gobierno también reconoce que existe un endurecimiento de las condiciones de acceso al crédito pero subraya que el Ejecutivo no puede intervenir en el mercado financiero sino observar su evolución.
 
Por otro lado, Zapatero afirma que la coordinación con dos de los hombres fuertes de su Gobierno, el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, y el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, "es perfecta"."Hablo con Solbes dos o tres veces al día, y con Sebastián, también casi todos los días", señala.
 
Por otra parte, Zapatero insiste en pedir más prudencia al presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, en sus declaraciones, ya que "produce inquietud" y resalta que "una cosa es que se anuncie una subida de tipos un día, y otra cosa es que se anuncie 20 días antes".
 
Sobre la energía nuclear, el presidente del Gobierno insiste en su compromiso de "respetar la vida útil de las centrales, salvo necesidades energéticas imperiosas, y no promover nuevos parques nucleares".

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