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El exespía Litvinenko ayudó a desarticular la mafia rusa asentada en España

Según ABC, las conexiones entre los servicios secretos rusos y las mafias de ese país representan un hándicap a la hora de explotar una operación. 

Según ABC, las conexiones entre los servicios secretos rusos y las mafias de ese país representan un hándicap a la hora de explotar una operación. 

(Libertad Digital) El ex espía ruso envenenado Alexander Litvinenko aportó información sobre determinados capos afincados en España, notas que utilizó la Policía en la "Operación Troika". Esta cooperación, si bien, no es lo habitual. Según ABC, las conexiones entre los servicios secretos rusos y las mafias de ese país representan un hándicap a la hora de explotar una operación. Sorprendentes evasiones dan fe de ello.

El ex espía ruso Alexander Litvinenko colaboró con las Fuerzas de Seguridad españolas en la desarticulación de la mafia rusa asentada en España y que contaba con ramificaciones en la provincia de Alicante, aportando "información fundamental" para la operación.

A mediados de 2006, un año después de la "Operación Avispa" en la que se detuvo a uno de los cabecillas de la mafia rusa, Litvinenko mantuvo contactos con la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía con objeto de ampliar las informaciones sobre algunos de los capos que fueron detenidos en aquel operativo. También aportó datos de, al menos, dos mafiosos fugados en extrañas circunstancias pocos antes de su detención.

La información del ex espía ruso fue estimada por fuentes cercanas al caso como "fundamental y esclarecedora", y aportó las bases para la ejecución de la segunda gran operación contra el crimen organizado ruso en nuestro país: la reciente "Operación Troika".

Este domingo en el diario ABC se revela que esta cooperación no es tan habitual; más aún, sería "contraproducente" por las relaciones existentes entre los servicios secretos rusos y las mafias de ese país. Según este diario, estas conexiones se vieron en la "Operación Avispa", el primer gran golpe contra esas redes en la que hubo 28 detenidos pero de la que escapó uno de los principales objetivos: el multimillonario georgiano Tariel Oniani.

Fuentes de la máxima solvencia consultadas por ABC aseguran que la investigación interna realizada, y que aún continúa abierta, ha permitido determinar que Tariel Oniani fue alertado la noche anterior y que quien lo hizo –no se ha podido poner aún nombre y apellidos a ese individuo– pertenecía a los servicios secretos de ese país. De ahí, que en la "Operación Troika" se extremaron al máximo las precauciones para que no hubiera ni una sola fuga de información.

Otro de los evadidos en la "Ooperación Avispa" fue el ruso Vladimir Tiurin, conocido como Tiourine y apodado, "Tiurik", que también prácticamente en el último momento puso tierra de por medio. Se trata de un personaje especialmente escurridizo, según las fuentes consultadas por ABC. "Destaca especialmente por su cercanía a Oleg Deripaska, el hombre más rico de Rusia, que controla el 30 por ciento de la producción mundial de aluminio", revela este diario.

Por ello, a la hora de explotar la "Operación Troika" se descartó pedir cualquier colaboración a las autoridades rusas y más considerando que los implicados "tenían relaciones políticas en su país al más alto nivel". En cuento a la ayuda prestada por el ex espía, desde ABC se expone que "se trató de una conversación en la que se abordaron temas generales" y que las mismas fuentes admitieron que el hecho de que la cita se concertara gracias a una mediación rusa provocó que a posteriori se produjeran fugas de información indeseables.

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