LD (Agencias) El IPC se ha colocado en junio en el 5 por ciento. No obstante, Solbes pronostica que habrá una caída de los precios en el segundo semestre. Un análisis que no comparte Funcas. Para la Fundación de Cajas de ahorro, la inflación se colocará en agosto en el 5,7 por ciento, terminará el año en niveles similares (4,7 por ciento interanual).
El vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, ha admitido que la subida del IPC de junio no es una noticia positiva. No obstante ha vuelto a apuntar a factores externos como los culpables de la subida de precios. En este sentido ha señalado que la subida interanual del petróleo del 86 por ciento y la huelga de transportistas han sido los responsables del incremento de precios en junio.
En conferencia de prensa antes de comenzar el Consejo de Ministros, Solbes hizo estas declaraciones tras conocerse que el Índice de Precios de Consumo (IPC) subió el 0,6 por ciento en junio lo que situó la tasa interanual en el 5 por ciento, cuatro décimas superior a la de mayo y la más alta registrada desde hace trece años.
Solbes subrayó que de las cuatro décimas interanuales de incremento del IPC de junio, dos y media se deben a los carburantes y una a los alimentos no elaborados. El vicepresidente insistió en que el incremento de los precios es un fenómeno internacional, sobre todo en la zona euro, y recordó que los analistas piensan que habrá una caída de los precios en la segunda parte del año y más significativa en 2009, siempre que no haya "sorpresas" con el petróleo.
En este sentido, subrayó que es difícil tomar medidas para evitar esa escalada del crudo y se mostró en contra de subvencionar su consumo, incluso algunos países que así lo hacían, indicó, están retirando esa subvención.
Respecto al precio de los alimentos, expresó su confianza en que se reduzca como consecuencia de las mejores cosechas de este año y señaló que "Competencia y el Ministerio de Industria intentarán mejorar al máximo el coste de los márgenes de comercialización". Es decir, que el Ejecutivo se está planteando intervenir en los márgenes de beneficio de las empresas de distribución alimentaria con el fin de controlar los precios.
En el aspecto laboral, Solbes recordó que el Gobierno no tiene capacidad para intervenir en el aumento de los salarios de los trabajadores, "sólo hace recomendaciones", ya que los convenios colectivos los negocian los agentes económicos, empresarios y sindicatos. El ministro de Economía defendió de nuevo el hecho de que las cláusulas de recuperación de la inflación tengan en consideración el empleo y la productividad y destacó el excelente comportamiento que ha tenido la moderación salarial estos años, una circunstancia que confió que también ocurra en los próximos.
Asimismo, se mostró en desacuerdo con las cláusulas de revisión salarial, aunque admitió que es cierto "que el equilibrio se consigue con estas cláusulas". Por otra parte, el vicepresidente insistió en que nunca le han gustado las hipotecas para la compra de viviendas con plazos excesivos y que siempre manifestó que el número de viviendas que se construían en España no estaba ajustado a las necesidades de la demanda.
Así, recordó que, en este contexto, las instituciones financieras son libres para hacer frente a sus políticas "y acertar o equivocarse", y añadió que son ellas las que tienen que afrontar estos problemas.
FUNCAS prevé que inflación alcance en agosto el 5,7 por ciento
Pese a ello la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS) prevé que la tasa de inflación alcance en agosto el 5,7 por ciento. Así, la Fundación entiende que la inflación podría tomar la senda de la moderación y cerrar el año al alza en el mismo nivel que estaba en mayo, siempre teniendo en cuenta que el barril de petróleo se mantenga en torno a los 140 dólares hasta final de año.
Sin embargo, si el barril de crudo sube hasta 153 dólares este año y a 170 dólares el que viene, la máxima tasa de inflación se situaría en agosto y septiembre con el 5,9 por ciento, para, a partir de entonces, iniciar una trayectoria moderadamente descendente.
Una previsión más optimista, con el precio del barril de petróleo a 124 dólares en diciembre de este año, situaría la inflación en el 5,6 por ciento en agosto, con una media anual del 4,7 por ciento en 2008 y del 2,8 por ciento en 2009. Según los datos conocidos hoy, el Índice de Precios de Consumo (IPC) subió el 0,6 por ciento en junio, lo que situó la tasa interanual en el 5 por ciento, cuatro décimas superior a la de mayo y la más alta registrada desde hace trece años.
El índice IPOD de agricultores y ganederos
Solbes ha señalado que el Ejecutivo tiene "poco margen de maniobra" para moderar la subida de precios. En cualquier caso, el ministro ha adelantado que tanto Industria como Competencia y Economía ya se están planteando el modo de intervenir en los márgenes comerciales del sector alimentario, es decir, en los pasos que los productos del sector primario siguen desde que salen del campo hasta que llegan a la estantería de un supermercado (costes de los márgenes de comercialización).
Precisamente, se trata de una de las reivindicaciones del sector primario. Asociaciones y sindicatos de agricultores y ganaderos insisten en la necesidad de intervenir en estos márgenes. No llegan a a explicarse por qué ellos venden sus productos a un precio muy inferior al que acaba adquiriendo ese mismo producto en las grandes superficies. Un precio que termina conformándose en la cadena de comercialización. En ella la fruta, las hortalizas, etc, son transportadas, almacenadas, seleccionadas, tratadas y empaquetadas. Las asociaciones de agricultores entienden que si el Ejecutivo interviene, esos márgenes se moderarán.
Para avalar esta teoría, elaboran un índice de precios alternativos el IPOD, (Índice de Precios en Origen y Destino). En el último IPOD publicado, el tomate de ensalada o la sandía son dos de los productos que más diferencia registran entre el precio de origen y de destino, llegando a ser éste último más de seis veces superior al de origen.
En cambio, analistas consultados por LD advierten de que la intervención por parte del Ejecutivo en los márgenes comerciales del sector alimentario puede provocar el desabastecimiento de alimentos.