L D (Agencias) El décimo segundo Congreso del PP del País Vasco, que se inició este viernes en el Palacio Euskalduna de Bilbao, comenzó con llamamientos a la unidad del partido y a no prescindir de nadie en el mismo y con reconocimientos a la labor de la presidenta saliente, María San Gil.
Este Congreso, al que asisten 400 delegados de toda la comunidad vasca y al que sólo se presenta la candidatura de Antonio Basaogoiti, impuesta por la Dirección Nacional del PP, se celebra tras dimitir Génova a María San Gil a través de una filtración por la desconfianza de la todavía presidenta del PP vasco hacia el viraje ideológico que Rajoy quiere dar al partido.
Al comienzo del cónclave, la alcaldesa de Lizarza y portavoz del PP en las Juntas Generales de Guipúzcoa, Regina Otaola, consideró que la nueva dirección del PP vasco no constituye "un núcleo de consenso ni de unión del partido", por lo que anunció que, aunque pensaba apoyar la candidatura de Basagoiti "con una secretaría general más de consenso", votará en blanco.
Otaola deseó "muy buena suerte" a la nueva dirección del partido. No obstante, consideró que no constituye "un núcleo de consenso ni de unión del partido". "Que sigan adelante. Nosotros nos dedicaremos a trabajar en nuestras responsabilidades y punto", añadió, para precisar que la nueva dirección no cuenta con su respaldo, aunque "no por Antonio (Basagoiti)".
En este sentido, explicó que "pensaba votar a Antonio con una secretaria general más de consenso, más de unión", pero "con una secretaría como ésta, que nos ha dicho además el futuro secretario general (Iñaki Oyarzabal) que sobramos, que somos los radicales y que estamos fuera, eso no puedo apoyar". De este modo, insistió en que "no tenemos porque estar fuera del PP", sino "trabajando dentro". "Me habría gustado que fuera así. Trabajar todos juntos, pero vemos que no encajamos en esta nueva trayectoria", lamentó.
Horas antes del inicio del Congreso, en declaraciones a Libertad Digital, Otaola denunció el viraje estratégico de su partido. Un cambio que "se confirma de forma fehaciente" con las ausencias de San Gil y Mayor Oreja al cónclave regional. "Es un congreso cojo, vacío, estamos de corazón con Jaime y María". "Es el congreso de la ruptura entre dos sensibilidades", sentenció.
"¿Qué es una nueva estrategia? ¿Qué es un nuevo partido?", se preguntó la alcaldesa de Lizarza, que "Antonio Basagoiti va a ser una persona en manos de Oyarzabal y Alonso". "Oyarzabal dijo el otro día que nosotros éramos unos radicales, que no debíamos estar en el partido, que separábamos", recordó. Pese a todo, la regidora aseguró que, pese a su desolación, seguirá trabajando por devolver la normalidad democrática a su municipio. "No voy a tirar la toalla, no todavía", dijo en declaraciones a LD.
La unidad y el recuerdo a Miguel Ángel Blanco
La jornada tuvo dos protagonistas esenciales, ambos por su ausencia. El primero, Miguel Ángel Blanco, el edil del PP en Ermua que fuera secuestrado y asesinado por ETA, y de cuyo muerte se conmemora este sábado su undécimo aniversario. La segunda, fue María San Gil, a la que aludieron muchos de los que intervinieron este viernes. Los que tomaron la palabra fueron la nueva secretaria general del PP, Maria Dolores de Cospedal; el ex presidente del PP vasco y eurodiputado Carlos Iturgaiz; la secretaria de organización del PP, Ana Matos; y el todavía secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio.
María Dolores de Cospedal fue la encargada de abrir la cita congresual con un llamamiento a la unidad del partido en el que dijo: "todos somos esenciales, todos somos importantes y todos hacemos falta". También agradeció a todos los su trabajo a todos los presidentes que ha tenido el PP vasco, de los que excluyó a Jaime Mayor Oreja, el único al que no mencionó.
A continuación intervino precisamente el eurodiputado del PP y ex presidente del PP vasco Carlos Iturgaiz, quien defendió la figura y la labor de María San Gil y la estrategia política desarrollada por este partido en la comunidad vasca bajo su mandato y el de Mayor Oreja.
Para su antecesor en el cargo, María San Gil es el "diamante más preciado del PP, no sólo en el País Vasco, sino de España" que "ha dado su vida" por el partido, que la "necesita" a pesar de que algunos "no puedan entender cosas que han ocurrido últimamente" o que "no les gusten las formas" en que se han desarrollado. "En este partido cabemos absolutamente todos, no sobra nadie, las puertas de este partido tienen que estar siempre abiertas, no pueden estar cerradas. Este es un partido político para que venga mucha gente, para que seamos muchos más y, por tanto, esas puertas, siempre tienen que estar de par en par y por todo ello no podemos tirar nuestros diamantes al cubo de la basura o al mar", explicó.
Respecto a la postura ante los partidos nacionalistas, que motivó el abandono de San Gil por su negativa a firmar la Ponencia Política del PP nacional, Iturgaiz aseguró que "no hace falta ser más o menos condescendientes con el nacionalismo", sino "estar donde siempre ha estado el PP en el País Vasco", garantía de "la unidad de España y de las libertades".
San Gil, "lo mejor de toda la historia"
Carmelo Barrio cerró el turno de intervenciones con la defensa de la gestión de la ejecutiva saliente aunque primero hizo una "una mención y un agradecimiento muy especial" a María San Gil, reconocimiento que, precisó, "no se trata de un homenaje, sino la constatación de una verdad" y que fue recibido con una gran y prolongada ovación por los asistentes.
Barrio aseguró: "Para mí, María San Gil es lo mejor que hemos tenido en el partido en toda su historia" y agregó: "He compartido y comparto al cien por ciento todas y cada una de las decisiones que nuestra presidenta ha tomado y me siento muy orgulloso y muy honrado de haber trabajado junto a ella en los momentos buenos, menos buenos y en alguno desolador que ha habido".
Barrio concluyó su informe con un mensaje al futuro presidente de la formación vasca, Antonio Basagoiti, a quien pidió: "No olvides que lo que han hecho tus predecesores (en referencia a San Gil, Iturgaiz y Mayor Oreja, pero sin citarlos) es lo que ha dado al PP vasco una señas de identidad de las que creo que nunca nos debemos de desposeer".