Menú

Olmert libera a cinco terroristas de Hezbolá a cambio de dos cadáveres

El sanguinario terrorista Samir Kuntar y otros cuatro terroristas de Hezbolá han sido recibidos en el Líbano como si fueran héroes, a consecuencia del polémico intercambio de presos acordado con Israel. Hassán Nasralá ha reaparecido para darles la bienvenida. "Empieza la era de la victoria", ha dicho. Por su parte, Olmert ha recibido los dos cadáveres de los jóvenes soldados israelíes, Ehud Goldwasser y Eldad Regev, capturados por los terroristas en 2006.

"Dos años después, Israel sigue perdiendo y Hezbolá, ganando"
El sanguinario terrorista Samir Kuntar y otros cuatro terroristas de Hezbolá han sido recibidos en el Líbano como si fueran héroes, a consecuencia del polémico intercambio de presos acordado con Israel. Hassán Nasralá ha reaparecido para darles la bienvenida. "Empieza la era de la victoria", ha dicho. Por su parte, Olmert ha recibido los dos cadáveres de los jóvenes soldados israelíes, Ehud Goldwasser y Eldad Regev, capturados por los terroristas en 2006.
LD (R. C.) "La era de la derrota terminó; ahora viene la de la victoria", exclamó Nasralá, quien acudió a la macrocelebración preparada por Hezbolá en el estado Al-Raya, en los suburbios chiíes de Beirut. "Este pueblo dio una imagen clara al mundo de que no puede ser vencido", subrayó en su discurso.
 
El secretario general de la organización terrorista había permanecido casi oculto desde la guerra de 2006, calculando muy bien sus apariciones públicas.  
 
Hace dos años, el secuestro de los dos militares israelíes cuando realizaban operaciones de vigilancia en la zona fronteriza con el sur del país de los cedros precipitó la Segunda Guerra del Líbano, que duró 33 días y que terminó con una victoria moral para la organización político-terrorista de Hezbolá. Israel no consiguió rescatar a los dos soldados secuestrados durante la contienda.
 
En el segundo aniversario de la guerra contra Hezbolá (no contra el Líbano), la organización terrorista chií -patrocinada por Irán- ha archivado una segunda victoria. Como consecuencia del acuerdo sellado el 29 de junio de 2008, el Gobierno de Ehud Olmert aceptó un intercambio de presos con Hezbolá que incluía al sanguinario Samir Kuntar.
 
 
Una instantánea de los cinco terroristas de Hezbolá liberados por Israel, entre los que se encuentra Samir Kuntar
 
Kuntar estaba condenado a cuatro sentencias de cadena perpetua por el asesinato de cuatro israelíes en un atentado en la ciudad costera de Nahasriya en 1979. Debido a los numerosos crímenes que se le adjudican, el terrorista se había convertido en una de las principales demandas de la organización terrorista a Israel. Los gobiernos del Estado hebreo, por tanto, se había negado sistemáticamente a ponerlo en libertad.
 
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, también, ha liberado a otros cuatro terroristas de Hezbolá con vida y los cuerpos de doce infiltrados y terroristas, entre los que se encuentran ocho miembros de la organización islamista de corte chií. El acuerdo, incluye, además la puesta en libertad de otros tantos terroristas palestinos; así como la transmisión de información –si es que hay- de cuatro diplomáticos iraníes que desaparecieron en manos de la milicia libanesa cristina en la guerra de 1982.
 
Olmert ha conseguido como contrapartida la entrega de los dos cuerpos de los jóvenes soldados secuestrados por la organización terrorista en julio de 2006 y, otros tantos muertos durante el conflicto bélico. Hezbolá, a su vez, se ha comprometido a ofrecer información sobre la desaparición del piloto de las Fuerzas Aéreas Israelíes, Ron Arad, después de que su aeronave fuera disparada cuando sobrevolaba territorio libanés.
 
El intercambio de presos ha levantado ampollas dentro y fuera de Israel. Las familias Goldwesser y Regev ponen punto y final a dos años de agonía. Hezbolá –en contra de la legalidad internacional- se ha negado a ofrecer información sobre el estado de salud de los dos rehenes. Hasta hoy, en Israel existía una tenue esperanza de que alguno de los dos soldados estuviera aún con vida.
 
Preocupa, sin embargo, el precedente que pueda sentar este desequilibrado intercambio de presos con Hezbolá, que en contra de la resolución 1701 –vigente hoy en el Líbano– todavía no se ha desarmado. El acuerdo no se ha sellado con un Estado –Líbano- sino con una organización político-terrorista que utiliza las armas para imponer su voluntad en un país que debido a su existencia no logra la normalidad democrática.
 
Hezbolá, en suma, actúa como el brazo del régimen de los ayatolás en el Sur del Líbano. El gobierno ultraconservador y teocrático de Irán trata de desestabilizar Israel por medio de Hezbolá. Desde que se hizo con la presidencia del país, Ahmadineyad no ha escondido su voluntad de hacer desaparecer al Estado hebreo del mapa.

El objetivo es implantar en el Líbano una República Islámica de corte iraní. Actualmente, la clase política libanesa contraria a las injerencias iraníes y sirias e Israel constituyen los principales obstáculos para el desarrollo de este plan. Hasta el momento.

Temas

En Internacional

    0
    comentarios