(Libertad Digital) En declaraciones a la COPE, Usandiaga ha anunciado que el PP ya ha pedido al Ayuntamiento de San Sebastián que se considere persona "non grata" a De Juana. "Lo que sí está en nuestra mano y es nuestra obligación es impedir que un asesino convicto que nunca se ha arrepentido se convierta de la noche a la mañana en un ciudadano más", ha dicho la portavoz de los populares en dicho municipio.
En su opinión, la corporación municipal debe tramitar "urgentemente" una declaración institucional en la que se señale al "asesino Iñaki de Juana Chaos persona non grata, como muestra del desprecio más absoluto del conjunto de la sociedad democrática a quienes emplean la violencia y el terrorismo".
"Yo creo sinceramente que los políticos sí podemos, al menos, mostrar nuestro más absoluto desprecio por este asesino. Y por eso, espero y confío en que el alcalde de esta ciudad, así como el resto de formaciones políticas, apoyen esta declaración, preservando la memoria y dignidad de nuestra ciudad en favor de las víctimas y de la Democracia. Es muy importante que sea así", ha insistido, en declaraciones a COPE.
Por otro lado, el portavoz del Partido Popular en el Senado, Pío García Escudero, ha afirmado que la nueva falsa huelga de hambre del sanguinario etarra es como la anterior, es decir, una "huelga de yogures, jamón york, visitas de su novia y duchas".
Asimismo, García Escudero reiteró en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press que la primera vez que el etarra se proclamó en huelga "sólo se lo creyó el Gobierno", puesto que, a su juicio, "ya nadie se cree lo de De Juana Chaos". Por ello, considera "aberrante" el comportamiento que está teniendo el etarra ya que, "qué ocurriría si se pusieran en huelga de hambre aquellos que tienen derecho a recibir esos 8 millones de euros" de indemnización, preguntó.
Cuestionado por la posibilidad de impedir que cuando salga de la cárcel De Juana Chaos viva en el piso que tiene su mujer, el portavoz del PP en el Senado consideró que "hay que cambiar la legislación", puesto que "es un anacronismo y algo chocante que pueda crear una alarma social el hecho de que pueda vivir el asesino en el piso de abajo de donde vivía la víctima".