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DICE QUE ÉL SIEMPRE DISPARÓ A LAS PIERNAS

"El Solitario" da a las familias de los guardias civiles muertos su "más sentido pésame"

  Jaime Giménez Arbe, "El Solitario", se reiteró este viernes en su "absoluta inocencia" por el asesinato de los dos guardias civiles el 9 de junio de 2004 en Castejón y afirmó que en su trayectoria de atracos bancarios ha "procurado siempre hacer heridos en piernas para poder escapar, nunca con la intención de matar a nadie". Si tuviera esa intención, "habría muchos otros policías que estarían muertos", agregó.

  Jaime Giménez Arbe, "El Solitario", se reiteró este viernes en su "absoluta inocencia" por el asesinato de los dos guardias civiles el 9 de junio de 2004 en Castejón y afirmó que en su trayectoria de atracos bancarios ha "procurado siempre hacer heridos en piernas para poder escapar, nunca con la intención de matar a nadie". Si tuviera esa intención, "habría muchos otros policías que estarían muertos", agregó.
L D (Europa Press) El tribunal que le juzga le dio la última palabra, antes de dejar el juicio visto para sentencia, para que manifestara lo que deseara en relación con esta causa. Giménez Arbe afirmó que es inocente de los dos asesinatos y mostró a las familias de los guardias civiles sus "condolencias" y su "más sentido pésame".  "El Solitario" afirmó que nunca ha negado que sea un "expropiador de bancos" y reconoció que "en otras ocasiones he tenido enfrentamientos con la policía y he procurado siempre hacer heridos en piernas para poder escapar, nunca con intención de matar".
 
"No tengo ningún interés en matar a nadie", dijo, para añadir que si se hubiera sentido perseguido el 9 de junio de 2004, cuando se produjeron los asesinatos, "habría bajado del coche y habría parado el vehículo a tiros". "No hubiera matado a nadie. En nuestra profesión, por decirlo de algún modo, recurrir a las armas es un fracaso", dijo. Además, aseguró que "la presión mediática tan enorme ha convencido a la gente de España de lo que no soy".
 
Giménez Arbe, como ya hiciera en la primera sesión del juicio, volvió a hacer un alegato en favor de su supuesta ideología anarquista y lamentó que no haya sido investigada su versión de que el autor de los hechos era un antiguo compañero suyo de origen corso. "Se me ha negado la presunción de inocencia. El hecho mismo de no haber manifestado ningún interés a lo que yo manifesté sobre mi pertenencia al movimiento libertario mundial y mi relación con personas del frente de liberación de Córcega me ha anulado todas mis posibilidades de mi defensa. No he tenido un juicio justo", dijo.
 
"No voy a decir que soy un angelito, yo lucho contra el Estado en sí, contra lo que representa. He luchado contra aquello que me parece el mal que padecemos los españoles, que es el sistema bancario. España no es un país democrático en el sentido de que para que haya un país democrático tiene que haber una separación de poderes, cosa que no existe. Sólo existe el poder ejecutivo, y los poderes judicial y legislativo se pliegan al Ejecutivo", dijo.
 
El presidente del tribunal le interrumpió para decirle que su intervención excedía el sentido del derecho a la última palabra y le pidió que se refiriera a asuntos relativos a la causa, ante lo que 'El Solitario' comenzó a pronunciar unas breves palabras que sonaron a árabe; en todo caso, a un idioma extranjero. El tribunal le volvió a interrumpir y dejó el juicio visto para sentencia.
Su abogado, Marcos García-Montes, que atendió a los periodistas al término de la sesión explicó que no sabía en qué idioma se pronunció Giménez Arbe y que desconocía cuál era el sentido de sus palabras.

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