L D (Agencias) Pekín cuenta con un dispositivo de 110.000 militares entrenados para garantizar la seguridad de los JJOO. "Su responsabilidad es velar por la seguridad, incluida la seguridad aérea", señaló Liu, quien confirmó que en las ciudades organizadoras y alrededor de las principales sedes han sido desplegados misiles tierra aire para garantizar la seguridad del evento.
"Por supuesto, en la ciudad organizadora, nuestros ciudadanos también están sorprendidos de verlos, pero creemos que es necesario", añadió Liu, quien recordó que son medidas que se han tomado tras consultar con expertos chinos y extranjeros de otras ciudades organizadoras de grandes eventos deportivos.
Sin embargo, la gran diferencia entre el dispositivo de seguridad de Pekín y los de anteriores ciudades organizadoras, según Liu, es la colaboración ciudadana. "En las sedes tenemos voluntarios. Alrededor de las sedes programas educativos como la vigilancia vecinal y otros programas de este tipo", explicó. "Esperemos que puedan proporcionarnos información y vigilar su propio vecindario y comunidad contra la gente con riesgo potencial para la seguridad de nuestros Juegos. Tienen canales eficientes para proporcionarnos información sobre esos grupos de gente", dijo.
Señaló, para explicar que el por qué de un dispositivo de seguridad tan vasto que "el enemigo común de la comunidad internacional es el terrorismo". "Así que tenemos que aumentar el nivel de seguridad. Las medidas tienen que estar listas para los Juegos, así que sentiremos la diferencia", profundizó. Hace semanas que nuevas medidas de seguridad entran en vigor una tras otra para blindar la ciudad, tantas que están cambiando la rutina diaria de los pequineses y los residentes en la capital.
De entre las más criticadas son aquellas que dificultan la obtención de visados o las que están convirtiendo Pekín en una de las capitales más aburridas del planeta, como la de reducir horarios de los locales de ocio o cerrar los que están en las inmediaciones de los estadios. "La prioridad principal es garantizar la seguridad de los Juegos para delegaciones, atletas, entrenadores y espectadores", se disculpó Liu, quien afirmó que los Juegos buscan conseguir una atmósfera festiva y que no pretenden interrumpir la vida diaria de los ciudadanos.
"Por supuesto, en la ciudad organizadora, nuestros ciudadanos también están sorprendidos de verlos, pero creemos que es necesario", añadió Liu, quien recordó que son medidas que se han tomado tras consultar con expertos chinos y extranjeros de otras ciudades organizadoras de grandes eventos deportivos.
Sin embargo, la gran diferencia entre el dispositivo de seguridad de Pekín y los de anteriores ciudades organizadoras, según Liu, es la colaboración ciudadana. "En las sedes tenemos voluntarios. Alrededor de las sedes programas educativos como la vigilancia vecinal y otros programas de este tipo", explicó. "Esperemos que puedan proporcionarnos información y vigilar su propio vecindario y comunidad contra la gente con riesgo potencial para la seguridad de nuestros Juegos. Tienen canales eficientes para proporcionarnos información sobre esos grupos de gente", dijo.
Señaló, para explicar que el por qué de un dispositivo de seguridad tan vasto que "el enemigo común de la comunidad internacional es el terrorismo". "Así que tenemos que aumentar el nivel de seguridad. Las medidas tienen que estar listas para los Juegos, así que sentiremos la diferencia", profundizó. Hace semanas que nuevas medidas de seguridad entran en vigor una tras otra para blindar la ciudad, tantas que están cambiando la rutina diaria de los pequineses y los residentes en la capital.
De entre las más criticadas son aquellas que dificultan la obtención de visados o las que están convirtiendo Pekín en una de las capitales más aburridas del planeta, como la de reducir horarios de los locales de ocio o cerrar los que están en las inmediaciones de los estadios. "La prioridad principal es garantizar la seguridad de los Juegos para delegaciones, atletas, entrenadores y espectadores", se disculpó Liu, quien afirmó que los Juegos buscan conseguir una atmósfera festiva y que no pretenden interrumpir la vida diaria de los ciudadanos.