LD (EFE) El fallecido presidente François Miterrand; los ex primeros ministros galos Dominique de Villepin y Edouard Ballardur y el ex ministro de Exteriores Alain Juppe, junto a otros veinte funcionarios civiles y militares franceses son acusados en un informe del Ministerio de Justicia de Ruanda de haber participado en el genocidio que tuvo lugar en el país africano en 1994, en el que fueron asesinadas entre ochocientas mil y un millón de personas, según diversas fuentes.
El documento elaborado tras dos años de investigación menciona que altos cargos del Gobierno francés de ese entonces estaban enterados de los preparativos de la masacre y que, incluso, tropas galas entrenaron a las milicias hutu que acabaron con la vida de cientos de miles de personas de la etnia tutsi, así como hutus moderados.
Pese a que los gobiernos de Francia han negado reiteradamente desde 2004 su implicación en el genocidio, las autoridades ruandesas piden en el informe que "se lleve ante la justicia a los políticos y militares franceses acusados". En París hay casi una decena de causas abiertas contra ruandeses acusados de participar en el genocidio, entre ellos Agathe Habyarimana, viuda del presidente asesinado Juvenal Habyarimana.
El informe sobre la supuesta participación gala en el genocidio incluye testimonios de supervivientes y extranjeros que estuvieron en Ruanda durante los hechos. Las relaciones entre ambos países son tensas después de que en 2004 una investigación judicial gala acusara al presidente ruandés, Paul Kagame, de haber ordenado el atentado del 6 de abril de 1994 en que perdió la vida Habyarimana, y que desencadenó las matanzas. Ese día, el mandatario regresaba de una cumbre regional en la vecina Tanzania y el avión en que viajaba fue derribado cuando iba a aterrizar en Kigali.